La Fundación CAM se reinventa para conseguir ingresos con su patrimonio

El nuevo presidente de la entidad, Luis Boyer, ofrece su colaboración a la Generalitat y a Murcia

Generar ingresos que hagan posible su viabilidad es el reto que se plantea el recién nombrado presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Luis Boyer. La forma elegida es ofrecer el patrimonio de la entidad, tanto mueble como inmueble, a las instituciones de su ámbito, Comunitat Valenciana y Región de Murcia, y establecer un sistema de pago en aquellos museos que gestiona.

Así se lo hizo saber al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la primera visita institucional que realizó en Valencia. En los próximos días trasladará su propuesta a su homónimo en la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.

La Fundación Caja Mediterráneo cuenta con un importante fondo artístico, más de 3.500 obras de distintas épocas entre las que destaca la colección de arte contemporáneo depositada en el MACA de Alicante. Las 213 obras fueron adquiridas bajo la asesoría de diferentes expertos, como Tomás Llorens. Entre los autores más destacados figuran Goya, Miró, Chillida, Tápies, Sorolla, Barceló, Arroyo o Sempere. La oferta de Luis Boyer es realizar circuitos de exposiciones, en colaboración con el Consorcio de Museos con el que existe un convenio firmado, en los que se muestren tanto las obras de arte, como los edificios que son propiedad de la Fundación, especialmente aquellos que ya fueron construidos como museos. Uno de ellos es el Centro de Arte de Alcoy (CADA) que, tras la exposición inaugural que se realizó en colaboración con el Museo del Prado, tuvo que cerrarse por problemas en la climatización de algunas salas, lo que generó denuncias contra la constructora que llevó a cabo las obras.

En colaboración con los ayuntamientos, la nueva directiva de la Fundación Caja Mediterráneo tiene la intención de revitalizar turística y culturalmente la Casa Museo Azorín de Monóvar, el Museo Modernista de Novelda o el edificio de la Llotgeta en Valencia.

Según declaró a LA RAZÓN, Luis Boyer «la intención es poner a disposición de la ciudadanía el patrimonio del que dispone la Fundación».

Las líneas de colaboración con las Administraciones de la Comunitat Valenciana y Murcia que quiere desarrollar la entidad, no solo pasan por el legado cultural y los espacios museísticos. Las actividades medio ambientales y sociales que desarrollaba la CAM generaron un número elevado de edificios en lugares de alto valor ecológico en los que se desarrollaban programas de sensibilización y formación ambiental. Los centros de La Font Roja en Alcoy, Los Molinos en Crevillente o Venta Mina en Buñol se han ofrecido a la instituciones y a las empresas para que se conviertan en espacios donde desarrollar sus propias actividades. Un alquiler que revertirá en la viabilidad de la institución.

Otro reto que se ha marcado el nuevo presidente es mejorar las relaciones con las entidades públicas que quedaron muy mermadas tras la desaparición de la CAM y tender puentes con el Banco Sabadell.