Arquitectura
La huerta, a la espera su nuevo futuro
La Conselleria de Vivienda está revisando el plan que dejó el PP para la huerta de la comarca de L’ Horta. Acompañará el documento con una ley que incidirá en la manera de gestionar los terrenos
La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio está «redefiniendo» el Plan de Protección de la huerta de Valencia y sus alrededores realizado por el PP. Desde el nuevo equipo denuncian que este documento quedó abandonado por el Partido Popular en un cajón y que, por tanto, se está adaptando a las circunstancias actuales. El plan deberá ser sometido de nuevo a exposición pública.
Desde el Consell se considera imprescindible conseguir un gran pacto social entre todos los agentes sociales involucrados en estos suelos para que sea un plan participativo y se garantice su legitimidad. En este sentido, ya se han mantenido reuniones con diferentes colectivos como Per l’Horta, donde se ha trasladado la intención de actuar para preservar la huerta.
También se mantendrán reuniones monográficas con cada uno de los 40 municipios afectados para estudiar sobre plano el planeamiento futuro.
El Plan estará acompañado de una ley que marcará las directrices no solo en el ámbito de la protección, sino también de gestión y desarrollo agrícola.
El equipo que dirige la consellera María José Salvador incide en la preocupante situación que se encuentra la huerta valenciana. Afirman que el PP ha evitado de manera deliberada ordenar y planificar estos valiosos terrenos, por lo que consideran imprescindible actuar sobre ellos y protegerlos porque han sufrido «las consecuencias de la aprobación discrecional de reclasificaciones de suelo y planes generales sin tener en cuenta un uso racional».
De ahí que el objetivo básico de este plan sea proteger la huerta como patrimonio histórico, cultural, natural y agrícola «porque durante muchos años se ha ido creando un paisaje agrario cultural con una personalidad única que forma parte del patrimonio identitario del pueblo valenciano».
Otro objetivo es que los municipios no pierdan su identidad, así como evitar conurbaciones rodeándolas de espacios agrícolas y desarrollando itinerarios entre los espacios verdes de las ciudades y su entorno rural para mejorar la calidad de vida y la salud de los ciudadanos.
Objetivos comunes
Se trata de objetivos ya defendidos por el documento aprobado en 2008 por el PP y que se centraba en la problemática de la huerta de Valencia. Entonces, ya se advertía de que si no se ponía en marcha el citado plan, el planeamiento municipal seguiría descoordinado y se generaría un «territorio metropolitano destructurado, donde prevalecerían los continuos urbanos. Los usos residenciales e industriales coexistirían de manera caótica, incrementándose los impactos funcionales y visuales».
Así mismo, aseguraba que de seguir por el mismo camino, la huerta milenaria desaparecería, así como el patrimonio cultural arquitectónico e hidráulico y otros bienes inmateriales de gran importancia, como el Tribunal de las Aguas
Urgía pues, a aplicar las directrices del plan para conseguir su protección, promover la eficiencia hídrica y ambiental y potenciar el uso de la y disfrute público de la huerta.
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