Zaragoza
La madre del empresario huido del caso Emarsa siente «haberlo parido»
María Carmen Samper, madre del empresario huido implicado en el caso Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, declaró ayer ante el juez que instruye la causa que no sabía dónde estaba su hijo y que «mejor que no lo vuelva a ver pues he pasado un duelo muy largo y le tengo terror».
De este modo se refería ayer su madre a uno de los presuntos cabezas de la trama.
Y fue más allá y explicó que le tiene terror porque «al nacer ya pesó cinco kilos y mide 1,80 y en 2007 ya pesaba 114 kilos y es muy agresivo y no se le puede llevar en nada la contraria».
La madre de Roca dijo desconocer toda la actividad de su hijo, y mucho menos que se dedicaba al secado de lodos.
Ella tuvo algunas empresas con su hijo «porque me decía que yo no sabía nada y se encargaba de todas estas cosas».
La madre de Roca comenzó a sospechar de su hijo cuando el jefe del Registro de la Propiedad de Zaragoza le advirtió de que Roca podía estar cometiendo irregularidades.
En un momento de la declaración, la imputada, que solo respondió al juez, al fiscal y a su letrado, dijo que su hijo «no podía mirarle a la cara» y que ella lo único malo que había hecho «era parirlo».
Reconoció tener cuentas en Andorra «para ingresar el B de la venta de inmuebles», que no sabía que su hijo hacía ingresos, y que estaba «compinchado» con un empleado de un banco de Andorra «que se suicidó» .
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