La mujer de Morera se aviene a pedir perdón a Salom por insultos homófobos

El presidente Morera pidió a Isabel Bonig que disuadiera al asesor «popular»

La mujer del presidente de Les Corts Valencianes Enric Morera, Antonia Català, aceptó ayer pedir públicas disculpas al asesor del PP en el Ayuntamiento de Valencia, Luis Salom, por los insultos homófobos y de todo tipo que profirió sobre él en una red social.

Català publicó en su perfil de Facebook que «ahora resulta que un puto facha, maricón de España, adoptado por unos abuelos del Opus, que reniega y se esconde de todos los suyos y se dedica a dar lecciones de política, familia, estética y magnética y droguería -que no sé qué cojones es pero queda bien- es la especie a la cual hemos de proteger. Idos ‘a fer la mà’. ¡A por ellos, hostia!».

En el acto de conciliación que ayer se celebró en Primera Instancia 7 de Valencia, Català aceptó pedir perdón a Salom en los mismo medios digitales que utilizó para insultarle, y además, mantener las disculpas durante treinta días. Además, deberá publicar a su cargo la nota de disculpa en todos los medios de comunicación escrita que se hicieron eco de los insultos de la mujer de Morera. Lo que no aceptó la demandada es a resarcir económicamente a Salom por los daños morales y a su honor. Salom le pidió 20.000 euros, y en la conciliación aceptó rebajarlos un 50 por ciento y dejarlo en 10.000, pagaderos en diez plazos, pero Català no aceptó indemnización alguna y adujo ser ama de casa sin ingresos. Por ello, Salom reclamará judicialmente el resarcimiento económico.

El presidente Morera, trató de mediar en el asunto y pidió el martes a los populares Santamaría y Bonig que trataran de convencer al asesor -por cierto, suspendido de militancia- para que retirara la petición económica, algo que no consiguieron.

La enemistad de Salom y Català proviene, al parecer de la difusión que dio Salom en las redes sociales a la detención de la hija de Morera y Català, que fue arrestada a la salida del festival Rototom portando pastillas de droga por lo que se le imputo un delito contra la salud pública. Finalmente, fue absuelta porque las pastillas no contenían estupefaciente.