La secretaria de Cuesta admite que su jefe adjudicaba los contratos a dedo

La secretaria de Esteban Cuesta en Emarsa, Marisol Gálvez, declaró ayer por tercer día consecutivo ante el juez que instruye la causa del presunto «saqueo» de la entidad.

La testigo dijo que su jefe otorgaba las adjudicaciones a distintas empresas «a dedo» y que se vulneraba la libre concurrencia y la publicidad.

Además, también dijo desconocer algunas de las afirmaciones que realizó Chanin en su declaraciones ante el juez en las que acusaba a Cuesta de «pagar peajes para trabajar en Emarsa».

Por las declaraciones de la secretaria, y siempre que estas fueran verdad, se podría deducir que el presunto saqueo de Emarsa pudo ser multiplicado por personal de confianza de Cuesta que, sabedores de algunos desmanes del gerente, aprovechaban para hacer los suyos propios achancándoselos a Cuesta.

Además, la secretaria narra cómo en una ocasión, un trabajador de la planta reúne a varios compañeros para que unifiquen declaraciones con las que amenazar a Cuesta para que los recolocase en otros puestos cuando ya era evidente por el devenir de la investigación abierta, que se irían todos a la calle.

La secretaria de Cuesta, que durante los tres días ofreció una declaración coherente y explicó datos realmente comprometidos para su ex jefe, dibujó ayer un escenario en el que, presuntamente, la corrupción se habría extendido tanto que ni el propio Cuesta podría controlarla, y serían varios los que la practicarían en su nombre.