Comunitat Valenciana

Los floristas se niegan a abandonar la plaza durante la mascletá

El Ayuntamiento de Valencia les obliga, por primera vez, a desalojar sus puestos durante los disparos por motivos de seguridad

La plaza del Ayuntamiento está flanqueada por once floristerías. Tradicionalmente, el Ayuntamiento permitía que uno o dos de los empleados de cada puesto permaneciera en la caseta durante la mascletá
La plaza del Ayuntamiento está flanqueada por once floristerías. Tradicionalmente, el Ayuntamiento permitía que uno o dos de los empleados de cada puesto permaneciera en la caseta durante la mascletálarazon

El Ayuntamiento de Valencia les obliga, por primera vez, a desalojar sus puestos durante los disparos por motivos de seguridad

Resistencia pasiva en la revolución de las flores. O algo así. Los propietarios de los puestos de flores que flanquean la Plaza del Ayuntamiento de Valencia están furiosos con la decisión de su alcalde de desalojarles durante las mascletás. El Consistorio capitalino alega cuestiones de seguridad; los empresarios, cuestiones económicas. Porque, dicen, su sustento peligra si se deja sin vigilancia.

El cambio no gusta a los floristas. Explican que si les fuerzan a marcharse, los puestos quedan desatendidos y tras la mascletá, momento en el que se abren las vallas y se deja pasar al público a la zona acotada para felicitar al maestro pirotécnico (o no), la marabunta puede arrasar con lo que les da de comer. Y por ahí no pasan.

«Siempre nos habían dado una o dos acreditaciones por puesto», cuenta Miguel Ángel Garrido, uno de los portavoces de los afectados. «Pero este año nos han dicho que desde la una a las tres de la tarde tenemos que irnos por motivos de seguridad».

No entienden por qué ellos tienen que irse y colectivos como los periodistas, Cruz Roja y los servicios de seguridad sí pueden quedarse en la misma zona. «Si nosotros seguimos las mismas normas, ¿por qué no? Nosotros pagamos nuestros impuestos y tenemos un seguro que nos cubre. Tenemos todo el derecho del mundo a proteger nuestros negocios».

Lo harán, anuncian, con todos los medios legales posibles y algún otro que raya lo delictivo, pues amenazan con resistirse a la autoridad y con encadenarse a las casetas cuando hoy vaya la Policía a desalojarles. «Les esperamos con nuestros abogado, pero nosotros no nos vamos a mover».

Si las Fallas de 2017 estuvieron marcadas por la designación de las fiestas josefinas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, las de 2018 estarán marcadas por las medidas de seguridad extrema.

Medidas de seguridad extremas

Este año, además de reforzar los planes antiterroristas, aumentar la plantilla de la Policía Local y crear pasillos de seguridad, el Gobierno de Joan Ribó ha limitado las horas y el número de terrazas de las zonas con más afluencia turística durante esas fechas.

Así, el bando de este año recoge el adelanto en una hora, con respecto al anterior, de la retirada de las terrazas de las calles más cercanas a la Plaza del Ayuntamiento de 12 a 14:30 horas (del 1 al 14 de marzo) y de 11 a 15 horas (del 15 al 19 de marzo). Del 1 al 16 de marzo quedará cortada la circulación de vehículos por el interior del perímetro desde dos horas antes de la mascletá y hasta media hora después.

De igual modo, durante los disparos, las calles Sangre y Barcas, en el tramo que va de la Plaza del Ayuntamiento a Poeta Querol, se han catalogado como vías de emergencia y por lo tanto no podrá haber espectadores en ellas.