Los psicólogos, «vigilantes» ante el intrusismo y los charlatanes

Valencia- Estrés, depresión, ansiedad, fobias... la salud mental se resiente por la crisis, pero hay quien ha visto la oportunidad de hacer caja con el dolor ajeno. Por ello, el Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunitat se muestra «vigilante» ante la proliferación de personas que dicen ser profesionales. Charlatanes intrusos que no solo hacen daño a la profesión, sino lo más importante, al paciente.

Al respecto, la vicedecana de la entidad colegial, Vicenta Esteve, explica que no son raras las ocasiones en las que los juzgados piden información acerca de un supuesto psicólogo, que, finalmente, se demuestra que no está colegiado. Por ello, insta a todo aquel que precise de uno, a que se informe previamente y constante que se trata de un profesional con titulación.

Esteve menciona en especial a los cada vez más populares «coachers» -del verbo inglés «to coach», «entrenar»-. Explica que «una cosa es la psicoterapia, que se emplea en los casos en los que se detecta un problema, y otro el 'coaching', que trata de ir de lo bueno, a la excelencia, de mejorar en cuanto a una habilidad. Las dos alternativas pueden ser desarrolladas por un psicólogo. Es lo aconsejable».

De hecho, el valenciano fue el primer Colegio de España en impartir un curso oficial de «coacher», que acaba con una primera promoción de cerca de una treintena de psicólogos especialistas en esta técnica de motivación.

Porque a pesar de las dificultades económicas que atraviesa el país, la asistencia psicológica del sector privado sigue en auge. «Los que están pasándolo mal no renuncian al tratamiento. Antes dejan de ir al gimnasio o comprar ropa. Para ellos, esto es una prioridad». La otra posibilidad sería la de recurrir a la sanidad pública y optar por la que históricamente se ha llamado «la asignatura pendiente del sistema». «Las listas de espera son tremendas», lamenta la vicedecana al mismo tiempo que critica la falta de psicólogos en los servicios de Atención Primaria, que ayudarían a prevenir males y gastos mayores.

En cuanto a si ha variado el perfil del enfermo, Esteve asegura que cada vez se ven más empresarios y directivos en la consulta. «Vienen a nosotros altos cargos con problemas laborales, personas con mucho estrés por la crisis y, además, los tratamientos son ahora más largos que hace unos años. Prefieren asegurarse».