Sociedad

Marihuana, la droga de la crisis

Crece el consumo de cannabis entre los más jóvenes n Aumentan las agresiones a los progenitores y los casos de brotes psicóticos

De la generación «Ni-Ni» se puede pasar a una generación de «vividores» desmotivados, según el psicólogo clínico Ángel Turbi
De la generación «Ni-Ni» se puede pasar a una generación de «vividores» desmotivados, según el psicólogo clínico Ángel Turbilarazon

Un acceso más fácil y una mayor permisividad parental son las principales causas del auge del consumo de cannabis entre los más jóvenes. La marihuana se alza estos días como la droga de la crisis, desbancando a la cocaína, mucho más cara, en el «ranking» de preferencias adolescentes. Sin embargo, las consecuencias de un uso continuado de esta sustancia no son insignificantes, pues según explica el psicólogo clínico Ángel Turbi, no sólo afecta al rendimiento académico - «hay más fracaso escolar» -sino que se están registrando cada vez más agresiones a los padres y brotes psicóticos.

Turbi, que forma parte del equipo de especialistas que capitanea Andrés Roig en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de La Salud de Valencia, asegura que los jóvenes de hoy «sienten que no tienen un proyecto de vida».

A su juicio, el aumento del consumo de cannabis no responde a parámetros económicos, al menos a los actuales, sino que viene de lejos. De hecho, cree que la situación no tiene su origen en esta crisis, sino en la comodidad y el bienestar que disfrutaban antes de ella. Por ello, vaticina que se corre el riesgo de crear una generación perdida.

«Dentro de diez años habrá una generación de jóvenes desmotivados. Sí existirá un pequeño porcentaje muy bien preparado, pero muchos estarán más desesperanzados. Piensan: ¿para qué voy a estudiar? Se puede pasar de los «Ni-Ni» («ni estudia, ni trabaja») a una 'generación de vividores'».

La solución, asegura, pasa por emplear «mano dura con cariño» y por involucrar más a los padres en su educación. «Los jóvenes no son irrecuperables».

Los progenitores deberán también tener presentes algunos de los nuevos peligros que acechan a sus hijos, como los que se encuentran tras un uso incorrecto de las nuevas tecnologías. La «ciberviolencia» ha llegado para quedarse, así que es mejor estar alerta, advierte.

Entre los tres principales riesgos destaca el «cyberbullying», el «grooming» y el «sexting». El primero es acoso escolar y, como tal, debe combatirse en casa y en las aulas. Sin embargo, el verdugo muchas veces no sabe que lo es, pese a que la víctima sufra una verdadera tortura.

Cuando se habla de «grooming» se habla del acosamiento a un adolescente por parte de un adulto con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas.

Por su parte, el «sexting» se da en el mismo nivel, es decir, entre jóvenes de la misma edad que comparten fotos o vídeos de contenido erótico o pornográfico a través del móvil o internet.

Pero olvidan, aclara el psicólogo, que las relaciones sentimentales en la adolescencia no suelen durar, así que, si le envías fotos subidas de tono a tu pareja, puedes encontrarte con la desagradable sorpresa que, tras la ruptura, los archivos sean de dominio público y circulen por toda la Red al alcance de todo el mundo.