Política

Valencia

Más de doscientos mil valencianos siguen bebiendo agua con nitratos

La situación ha mejorado mucho respecto a los datos de 1990, cuando 609.000 valencianos bebían agua contaminada con más de 50 miligramos de nitrato por litro

Desde 1990 se ha reducido en gran manera la población expuesta a agua de consumo humano contaminada por nitratos ya que en aquel año eran 609.000 valencianos los afectados por este problema
Desde 1990 se ha reducido en gran manera la población expuesta a agua de consumo humano contaminada por nitratos ya que en aquel año eran 609.000 valencianos los afectados por este problemalarazon

La situación ha mejorado mucho respecto a los datos de 1990, cuando 609.000 valencianos bebían agua contaminada con más de 50 miligramos de nitrato por litro

Según la estimaciones más recientes que son del año 2016, todavía hay 206.000 valencianos en la Comunitat que siguen bebiendo agua con alto contenido de nitratos, concretamente en concentraciones de más de 50 miligramos por litro.

Desde 1990 se ha reducido significativamente la población expuesta a agua de consumo humano contaminada por nitratos ya que en aquel año eran 609.000 valencianos los afectados por este problema, pero aún queda mucho por hacer, según el dictamen elaborado en Les Corts Valencianes sobre la contaminación de los acuíferos que recoge las conclusiones de la comisión de investigación desarrollada al efecto.

De las 1.042 zonas de suministro de agua potable a población censadas en 2016 solo 95 mostraron concentraciones de nitratos superiores a 50 mg/l, algunas de las cuales también presentaban contaminación por fitosanitarios. Las zonas de suministro afectadas se sitúan principalmente en pequeños núcleos de población de las comarcas de La Ribera, La Safor y L'Horta, principalmente.

La reducción de la población expuesta a contaminación por nitratos ha sido el resultado principalmente del cambio de la fuente de suministro de agua para la producción de agua potable o el incremento en los tratamientos para eliminar los elementos contaminantes durante los procesos de potabilización.

En muchos casos, estas medidas han supuesto un incremento del coste de producción del agua potable, que ha sido asumido por los usuarios urbanos perjudicados por la contaminación.

Sin embargo, las masas de agua subterránea afectadas por contaminación por nitratos (mayor a los 50 mg/l) se han incrementado a lo largo de las últimas cuatro décadas, si bien en algunos casos los niveles de contaminación por nitratos se han estabilizado o se han reducido en algunos casos más extremos.

Si bien es cierto que no se han registrado casos de personas con enfermedades agudas vinculadas a la ingesta de agua con concentraciones elevadas por nitratos en la Comunitat, siguiendo las recomendaciones de los expertos en salud pública, es necesario llevar a cabo estudios epidemiológicos de largo plazo a escala autonómica para analizar y conocer la incidencia sobre la salud de la población de la exposición continuada al consumo de agua contaminada por nitratos o fitosanitarios.

Les Corts consideran necesario llevar a cabo un análisis de las ventajas y las desventajas técnicas, ambientales, agronómicas y económicas del uso de los distintos tipos de fertilizantes inorgánicos y orgánicos con relación a los tipos de cultivo y prácticas de fertilización y difundirlo activamente entre las personas vinculadas a la producción agraria.

Por lo que respecta al conocimiento del estado y el funcionamiento de las aguas subterráneas, es necesario que la Confederación Hidrográfica del Júcar competente en esta materia lleve a cabo estudios y realice modelizaciones más detalladas de los acuíferos así como que incremente la densidad y la frecuencia de los puntos de muestreo de las aguas subterráneas, en el ámbito territorial de la Comunitat Valenciana. Por lo que respecta al establecimiento de perímetros de protección de captaciones de aguas subterráneas para la producción de agua potable, la normativa existente es fragmentaria y generalista por lo que es necesario el desarrollo de una norma a escala estatal que indique de manera integrada y coherente los criterios que se deben seguir.