Montón admite, tras el informe de los arquitectos, que la antigua Fe debe derruirse

Una de las primeras decisiones que tomó Carmen Montón al asumir la Conselleria de Sanidad fue la de paralizar las obras de demolición del antiguo hospital La Fe de Valencia. No veía claro el proceso de licitación de unos trabajos que encargó el PP, así que solicitó un informe al Colegio de Arquitectos que justificara (o no) el derribo, pese a que ya existían cuatro estudios anteriores que certificaban la ruina técnica y económica del centro, como publicó en su día LA RAZÓN.

Ayer hizo público el resultado de este análisis (cuyo coste ha sido de 4.000 euros) y no podía ser más contundente: «No se aprecian beneficios o ventajas en la rehabilitación de los edificios existentes que justifiquen de manera razonable una intervención de tal envergadura técnica y económica, frente a la opción de reposición de las edificaciones». Es decir, la mayoría de los edificios del complejo tendrán que demolerse.

Aunque la consellera evitó ayer por todos los medios pronunciar la palabra «derribo», admitió que en los edificios antiguos «no merece la pena invertir demasiado dinero» y por ello, la prioridad «va a ser construir antes que rehabilitarlos o demolerlos».

De momento, y sin fecha ni presupuesto específico, en la primera fase se levantará un centro de salud, otro de especialidades y un tercero de atención continuada en la parcela aún libre, la del aparcamiento y helipuerto. Más tarde, se decidirá qué hacer con el resto de edificios, aunque el estado de muchos de ellos fuerza la demolición.

En cuanto a plazos, Montón dijo que es un «proyecto de legislatura», y se hará con seriedad. Respecto al dinero, reconoció que en los Presupuestos de 2016 no existe una partida como tal. Podría salir de «partidas comodines» como «construcción de centros de salud» (500.000 euros), «otras construcciones hospitalarias» (675.0000) o «reformas» (3,9 millones).

Insistió en que es muy pronto para hablar de usos futuros de las instalaciones, pero no descarta que vayan más allá de los sanitarios, pues el Estado, propietario de los terrenos, permite la existencia de servicios de asistencia social.

Sur rico versus norte pobre

«Hemos heredado un mapa sanitario muy desigual». Montón quiere igualdad de oportunidades asistenciales para los pacientes, y que el área noroeste de Valencia no se vea eclipsada por la «gran concentración» de centros hospitalarios en el sur de la ciudad (La Fe, el General y el Doctor Peset) que han hecho que la zona se conozca como la «Avenida de las angioplastias». Las obras en La Fe de Campanar podrían acabar con esta discriminación.