Motor
Hyundai renueva la estética del i20
Algo más de equipamiento y un nuevo cambio automático de siete marchas
Algo más de equipamiento y un nuevo cambio automático de siete marchas
El Hyundai i20 2019 sigue siendo un urbano de 4,03 metros que se comercializa con tres carrocerías: cinco puertas, tres puertas –Coupé- y Active. Estéticamente, las variaciones en el frontal afectan a los faros y, sobre todo, la parrilla central. En la parte posterior, además de unos nuevos grupos ópticos, la mayor variación es que la matrícula pasa del paragolpes al portón. También hay tres nuevos colores y llantas de diferente diseño.
En el interior, la mayor novedad está en la pantalla central de siete pulgadas táctil y en color, que, además, añade de serie Apple CarPlay y Android Auto para manejar aplicaciones del móvil desde la propia pantalla del coche. Es de serie en todos los i20, salvo en el acabado Klass del i20 Active. También hay leves cambios en los tonos de la tapicería.
Por lo demás, el i20 sigue destacando por contar con una calidad de acabados similar a la de sus principales rivales si nos fijamos en los materiales empleados y un poco mejor que la media si analizamos los remates y ajustes.
También está algo por encima en cuanto a espacio en las plazas traseras. El maletero, el i20 de cinco puertas mantiene los 326 litros, una cifra que le sitúa entre los mejores en este aspecto. El puesto de conducción está bien resuelto: el asiento es cómodo, es muy fácil encontrar una postura de conducción ideal (el volante se regula en profundidad y también en altura, como el asiento) y no es difícil manipular los diferentes mandos en marcha, pues hay suficientes botones para las principales funciones como para no tener que navegar demasiado a través de la pantalla central.
El diseño es sencillo, algo extensible a la instrumentación, quizá con un aspecto demasiado tradicional pese al completo ordenador de a bordo que lleva incluido de serie.
El i20 solo está disponible con motores gasolina, un 1.2 16V atmosférico de 75 CV y un 1.0 T-GDI de 100 o 120 CV. Todos van asociados a un sistema de tracción delantera y cuenta con cambio manual de cinco velocidades o de seis, en el caso del 1.0 T-GDI de 120 CV, y el 1.0 T-GDI de 100 CV también puede llevar un cambio automático de doble embrague y siete velocidades, que es la mayor novedad de la gama.
El resultado es un motor agradable y de buena respuesta en ciudad o trayectos interurbanos, que también se defiende bien a la hora de viajar a ritmos normales. Es un motor de tres cilindros y, por eso, tiene un sonido peculiar, pero no por ello resulta demasiado ruidoso ni tampoco vibra más de lo debido. Por consumo, lo normal es moverse en torno a los 6,5 l/100 km, lo normal para un motor de este tipo en un modelo del peso y tamaño del i20.
El cambio destaca por ser bastante suave en los cambios y suficientemente rápido en los cambios. En general, funciona muy bien. Si acaso se puede criticar que, en posición automática, tiende a emplear demasiado las marchas más largas para consumir poco. ¿El problema? Que, si aceleramos con cierta contundencia saliendo de un ceda el paso o incorporándonos a una autopista, tarda demasiado en seleccionar una marcha que nos permita acelerar como nos gustaría y, además, lo hace con cierta brusquedad.
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