La ministra justifica que ella ya no estaba en el Ministerio cuando el interventor denunció los contratos

La que fuera ministra de Medio Ambiente entre los años 2004 y 2008, cuando Acuamed firmó contratos de publicidad millonarios con la empresa Crespo Gomar, negó ayer que supiera de la existencia de dicha empresa y dijo que solo la conoció cuando surgió la polémica sobre la presunta financiación irregular del PSPV y Compromís, a través de contratos firmados por esta empresa.

«No solo no conocía a Crespo Gomar, es que no conocía a la mayoría de las empresas que tenían relación con Acuamed. Y supongo que Arias Cañete tampoco, estoy segura».

Narbona dijo que «ni yo ni ningún otro ministro estamos en la mesas de contratación» y dijo que cuando la Intervención del Estado alertó de irregularidades en la contratación de las campañas de publicidad de Acuamed, ella ya había dejado el Ministerio de Medio Ambiente.

La exministra justificó el gasto en la campaña de publicidad desarrollada por las empresas adjudicatarias de las desaladoras «por la campaña brutal que estaba haciendo el PP contra la desalación». Añadió que «fue una campaña financiada por empresas que se sentían acosadas y que veían peligrar su situación internacional por las barbaridades que se decían en España de la desalación y del agua desalada».

Recordó la expresión que utilizó González Pons al calificar la desaladoras como «las centrales nucleares del mar» y narró un enfrentamiento con Francisco Camps cuando éste era presidente: «Camps amenazó a las personas que se iban a reunir conmigo, desde rectores de universidades a empresarios. Con los primeros no pudimos firmar un convenio para estudiar la disolución de la salmuera en el mar porque les amenazó verbalmente con quitarles subvenciones. A los segundos les pidió que me criticaran. Le dije a Camps que lo que había hecho era fascista».

Narbona también dijo que «incluso en una visita a Valencia me llegaron a agredir lanzándome bolsas de sal a la cara».

El PP reprochó a Narbona que no supiera nada de las irregularidades denunciadas por la intervención y dijo si no le llamó la atención que las tres empresas que concursaron a la publicidad de Acuamed, siendo un concurso nacional, fueran las tres de Gandia. Narbona dijo desconocerlo.

Ciudadanos se va de juerga

El final de la comisión estuvo marcada por el abandono de la misma por parte de la diputada de Ciudadanos, Rosa García, que no se esperó ni a la repregunta ni a la contestación de Narbona. Sus compañeros diputados afirmaron que se iba a la «mascletá» y a comer con Toni Cantó.