Noches con magia en el Oceanogràfic

Delfines, música, baile y mucho ritmo refrescan el verano en Valencia

Las medusas, los seres más antiguos del planeta, son el hilo conductor de la nueva propuesta de las Noches del Oceanogràfic de Valencia. Una original apuesta que aprovecha la última exposición inaugurada en el complejo de ocio para un espectáculo que reúne las increíbles piruetas de los delfines, la destreza y delicadeza de la natación sincronizada, la fuerza del baile «hip hop» y la potencia de la música.

Todos estos elementos son combinados en una puesta en escena que combina luz, color e imágenes para lanzar un mensaje social al espectador: la intervención del hombre está comprometiendo el equilibrio natural de los ecosistemas, pero aún hay tiempo para crear espacios de convivencia y hay un futuro mejor posible, solo depende de las pequeñas acciones.

«No apagues tú móvil», exhorta una voz al comenzar. «Comparte lo que ves». Es la manera que tiene la Fundación del Oceanogràfic, del grupo Global Omnium, de contribuir en la divulgación, investigación y protección de la vida marina.

Más de 1.500 personas disfrutaron la noche del viernes del estreno de estas veladas donde la magia y el agua bailan el mismo compás. Una propuesta plástica y trepidante en la que la natación sincronizada, la música, la danza, y los delfines confluyen con una armonía que sorprende a grandes y a pequeños.

Con permiso de los delfines, quienes, sin duda, son siempre los grandes ovacionados, la estrella del espectáculo es la doble medallista olímpica de natación sincronizada, Thaïs Henríquez Torres. «Es un honor para mí poder actuar en el acuario más grande de Europa, dentro de una velada con carácter concienciador y sorprendente». En su debut del viernes demostró que brilla con luz propia.

Las Noches del Oceanogràfic relatan una historia de denuncia: el papel agresivo y dañino que la humanidad ha ocasionado sobre los océanos. Un juego de amor y odio entre el hombre y la naturaleza que culmina con un mensaje de esperanza: todavía hay tiempo para crear espacios de convivencia en el que un futuro mejor sea factible.

Las medusas, consideradas como uno de los elementos que mejor miden el estado de los océanos, están representadas por las nadadoras de natación sincronizada del Club Atlantis Sincro Burjassot y el hombre, por los bailarines del grupo «Let’s Go».

Las primeras sorprenden con sus acrobacias bajo el agua. Tanto, que llegan a confundirse con los delfines que esperan pacientemente su turno, aguardando con su eterna sonrisa las indicaciones de su cuidador.

Los segundos aportan piruetas terrestres y mucho espectáculo, además de los valores de la cultura «hip hop»: paz, unidad, amor y respeto.

Entre unas y otros, que representan la incansable lucha de la naturaleza para sobrevivir a pesar de la acción humana, es la artista Nieves Merino, interpretando en directo la canción «My Inmortal» de Evanescence la que da la solución al conflicto. Si el hombre, finalmente, lo hace bien puede volver la armonía con el mundo que le rodea.

Completan la historia canciones convertidas ya en clásicos contemporáneos como «They don’t care about us», de Michael Jackson o «Heroes», en la versión de David Bowie.

Bajo la batuta de David Díaz, reputado director de escena con más de 20 años de experiencia internacional, un equipo conformado por 50 personas, entre personal técnico, artístico y entrenadores de delfines, han logrado conformar un nuevo aire a las noches del Oceanogràfic.

Bajo la luna de Valencia como testigo incondicional, este espectáculo para todos los públicos se podrá ver hasta el 31 de agosto. El broche perfecto a una visita al complejo o una manera de refugiarse del sofocante calor del verano de Valencia.