Valencia
Nuevos negocios en auge
Son el último grito para dejar de fumar. Hasta ahora se podían comprar por internet, pero desde hace unos meses las tiendas de cigarros electrónicos florecen en todas las calles de Valencia y España. Cada día son más las marcas y diseños existentes de esta especie de cachimbas en las que el usuario puede elegir el aroma y la cantidad de nicotina que se introduce.
La idea es que progresivamente el fumador en vías de abandono de este hábito vaya reduciendo la cantidad de nicotina en el artefacto hasta que deje de depender de esta sustancia.
No existe aún un acuerdo en torno a la conveniencia o no de estas pipas. Lo que sí que está claro es que son mucho más económicas que los paquetes de tabaco.
Frente a los 4,50 euros que cuesta en la actualidad casi cualquier marca, los cigarros electrónicos cuestan cerca de 30 euros y entre 12 y 15 el líquido recargable, que hay que renovarlo una vez al mes aproximadamente, aunque esto depende del uso que se le dé.
Con respecto a su salubridad y fiabilidad, existe diversidad de opiniones. Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Nueva Zelanda de Auckland aseguraba que la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar es similar a la de los parches de nicotina.
La investigación, publicada en el periódico médico The Lancet, ha sido la primera en evaluar estos dispositivos, que por el momento no cuentan con el apoyo de las sociedades médicas ya que son muchos los que opinan que podría abrir la puerta a nuevos fumadores y quienes desconfían de sus benéficos para la salud.
«Aunque nuestros resultados no mostraron diferencias claras, en términos de éxito para dejar de fumar a los seis meses, ciertamente parece que los cigarrillos electrónicos son más eficaces», señalaba Chris Bullen, de la Universidad de Nueva Zelanda de Auckland, en esta publicación. «También es interesante que las personas que participaron en nuestro estudio parecen estar mucho más entusiasmadas con los cigarrillos electrónicos que con los parches, como lo demuestra que la mayoría de personas afirmó que se lo recomendaría a familia o amigos».
Y claro que resultan atractivos. Recuerdan mucho al propio cigarro, por lo que para el fumador es mucho más sencillo dejar el hábito mediante estas pipas.
Sean recomendables o no para la salud, lo que es innegable es que por el momento es una empresa muy rentable que está ocupando locales que en la ciudad estaban vacíos desde hace meses o incluso años.
Pero este no es el único negocio que está solucionando la papeleta de la crisis a muchos empresarios. La moda de las panaderías con mil y un tipos de panes y bollerías está arrasando, tanto que hasta la principal cadena de supermercados española, Mercadona, ha optado por la venta a granel en sus establecimientos de multitud de variedades de este alimento.
La valenciana Panaria fue una de las primeras en lanzarse a este nuevo sector del pan «gourmet» o «de autor». El crecimiento de esta compañía, que funciona mediante el modelo de franquicia, ha sido espectacular.
Según los últimos resultados que presentó, la empresa tiene previsto cerrar 2013 con un total de cincuenta tiendas en España y aumentar el número de empleos desde los 263 actuales a aproximadamente 370 con las nuevas aperturas.
La compañía cuenta a día de hoy con 35 tiendas en varias comunidades. De ellas abrió trece desde el mes de enero e inauguró otras dos a lo largo de agosto, y tiene proyectos abiertos para otras quince franquicias en el último trimestre del año.
Cada tienda que se abre representa una inversión de unos 100.000 euros y conlleva la creación de entre seis y ocho empleos. En definitiva, una posible salida de autoempleo para muchos.
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