Financiación autonómica

Pastor dice que el gabinete de Fabra es más trasparente y hace más con menos

Esther Pastor, en el centro, atiende al presidente de la Comisión, Rafael Maluenda y a María Fernanda Vidal
Esther Pastor, en el centro, atiende al presidente de la Comisión, Rafael Maluenda y a María Fernanda Vidallarazon

Escuchando a la nueva secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Generalitat valenciana parece como si el PP hubiera accedido al Gobierno valenciano en esta legislatura, ya que las diferencias que expuso respecto a etapas anteriores dejaban muy malparadas la eficacia, la trasparencia y la gestión de los ejecutivos de Camps, Olivas o Zaplana.

Esther Pastor compareció ayer ante la Comisión de Coordinación, Organización y Régimen de las Instituciones del Consell a petición del grupo socialista, para explicar su cometido y funciones. Dijo que «el momento era otro, hace falta más trasparencia y una nueva Administración sin duplicidades», momento que aprovechó para dar las gracias por los servicios prestados por los delegados del Consell, que fueron destituidos cuando ella alcanzó el rango de secretaria autonómica.

Dijo que buscaban más eficacia y eficiencia y que habían reforzado el área de apoyo al presidente «gastando menos».

Sentenció que «ahora somos más eficientes» y añadió que todo ello se había concretado en el ahorro de 220.000 euros anuales.

Algunos miembros del PP en la Comisión que habían pertenecido a Ejecutivos anteriores se miraban entre sorprendidos y divertidos.

Pastor sacó pecho al decir que el Consell de Fabra había realizado 8.500 actos públicos en 517 municipios de la Comunitat.

Respecto a la contratación de un cocinero como asesor de Fabra, Pastor dijo que la plaza la creó Joan Lerma; y evitó pronunciarse sobre la contratación de un «coacher».

La oposición incidió principalmente en estos dos aspectos y Rafael Rubio (PSPV) le llamó mentirosa pues el «cocinero de Lerma» era un funcionario con plaza y no un asesor.

Le preguntaron una y mil veces sobre el porqué de su nombramiento e incluso por sus méritos «para desterrar la idea de la dedocracia», dijo Mireia Mollà, de Compromís.

Blanco dijo que un presidente de la Generalitat que necesita un «coacher» debe dimitir «porque al Gobierno hay que llegar aprendido ya, y no recibir clases de liderazgo».

La oposición se enojó ante la falta de respuesta de la secretaria autonómica a las preguntas formuladas, incluso dos diputados abandonaron la sala. Pastor dijo que si tenían preguntas, que las formularan por escrito.