Enfermedades

Tres de cada diez jóvenes rechazan la vacuna contra el cáncer de cérvix

La moda «antivacuna», principal causa de la negativa. Sanidad establece un plan para recaptar a las que no finalizan el tratamiento

La campaña comenzó en el año 2008. Desde entonces, 88.600 adolescentes valencianas se han vacunado
La campaña comenzó en el año 2008. Desde entonces, 88.600 adolescentes valencianas se han vacunadolarazon

Desde que comenzara la lucha contra el cáncer de cérvix hace cinco años, en la Comunitat Valenciana se han vacunado 88.600 niñas, un setenta por ciento de las que deberían hacerlo - las nacidas en 1998 han comenzado la vacunación en la campaña que está todavía en marcha y, por tanto, están en proceso de vacunación y no se contabilizan a efectos de cobertura-. El porcentaje, inferior a la media nacional que ronda el ochenta por ciento, preocupa al colectivo médico, que no llega a entender el rechazo a un tratamiento gratuito para las adolescentes de catorce años.

Según explica al respecto el doctor Enrique García, jefe del Servicio de Ginecología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), la principal causa que explicaría este porcentaje se encontraría en los movimientos antivacunas que reniegan de la farmacología preventina y que cada día cuentan con más adeptos. A ello se añade el hecho de que «quizás no se ha hecho suficiente hincapié» en las ventajas de vacunarse. «No se ha seguido un plan de cribado poblacional de cáncer de cuello uterino, sino que ha sido oportunista, y ello ha demostrado malos resultados».

En este sentido, desde la Conselleria de Sanidad admiten que existe un porcentaje de jóvenes que iniciaron la vacunación en campañas pasadas pero que no llegaron a ponerse las dosis de las que consta la profilaxis. Por ello y para que finalicen el tratamiento, el Departamento que dirige Manuel Llombart ha puesto en marcha un plan de recaptación.

Otro caso bien distinto es el de las mujeres mayores de catorce años, pues para ellas la vacuna contra el cáncer de cérvix puede llegar a costar hasta 400 euros. A pesar del elevado coste, 240.000 valencianas han optado por la inyección, aunque se trata de una cifra aún muy baja.

Según datos aportados por el doctor García, la cobertura vacunal individualizada no sufragada en mujeres adultas jóvenes que ya han iniciado su vida sexual es muy baja, del orden del quince por ciento, «a pesar de las evidencias de eficacia y seguridad de la vacunación en este segmento de edad, comparable a las de las adolescentes». Además, se ha comprobado que, incluso en las que han sufrido previamente una infección por el virus del papiloma humano (VPH) con o sin lesión cervical, los resultados son optimistas. Aclara, no obstante, que en ningún caso la vacuna es curativa frente a infecciones por VPH en curso.

Por todo ello, el jefe del Servicio de Ginecología del IVO considera imprescindible «un apoyo educacional importante y constante de las propias adolescentes, sus padres, médicos de familia e incluso educadores».

Con todo, matiza que ningún país ha logrado erradicar la enfermedad, pero ello no es óbice para tratar de disminuir su incidencia. Para ello considera que las vacunas son, junto con una citología cada tres años en mujeres sanas y asintomáticas, la mejor estrategia preventiva.