Comunitat Valenciana
Una tortuga Boba elige la playa de Les Palmaretes para desovar
Una parte de los huevos se trasladó a la incubadora del Oceanofràfic y el resto a El Saler
Una parte de los huevos se trasladó a la incubadora del Oceanofràfic y el resto a El Saler
Carles Martí, un joven de 27 años, vecino de Sueca se convirtió la noche del sábado en el salvador de las posibles crías de una tortuga Boba que eligió la playa de Les Palmeretes para poner sus huevos. Después de cenar, cuando paseaba junto a su novia por el paseo marítimo contempló como una tortuga salía del mar y se adentraba en la arena. «Inmediatamente llamé al 112 para comunicarlo».
Poco después se ponían en contacto con él los científicos del la Conselleria de Medio Ambiente, del Oceanogràfic y de la Universitat de València para darle las indicaciones necesarias. «Me dijeron que protegiera al animal para que no se acercara la gente» hasta que pudieran llegar a la playa para atenderla y colocarle un microchip y una plaza identificativa.
Unas horas más tarde, el veterinario José Luis Crespo, responsable del Centro de Recuperación Arca del Mar del Oceanogràfic, se acercó al lugar. La tortuga, cuyo nombre científico es «Caretta caretta» pudo desovar con tranquilidad y posteriormente volvió al mar, una vez fue identificada.
Según informó a LA RAZÓN la bióloga, Susana Martí, el quelonio puso un total de 88 huevos, de los cuales 17 fueron trasladados a un incubadora especial «para garantizar su supervivencia». El resto, 71, se llevaron a un lugar tranquilo de la playa de la Devesa del Saler, donde, con toda probabilidad se instalará un campamento para seguir su evolución.
Aunque no es habitual que las tortugas elijan las costas de la Comunitat Valenciana para reproducirse, ésta no es la primera vez que ocurre. Ya en el año 2006 otra de la misma especie escogió el litoral de Puçol para el desove. Desde entonces hasta el año 2014 no se conoce otro caso similar. En esa ocasión ocurrió en Alicante. El pasado año la costa elegida fue la de Torrevieja y ahora, diez años más tarde, han vuelto a las playas de la provincia de Valencia.
Martí asegura que estos hechos son excepcionales y que pueden deberse al aumento de la temperatura del agua, que hace que algunas especies se desplacen hasta las playas del Mediterráneo o también pudiera ser que faltara información sobre la necesidad de dar a conocer inmediatamente el hallazgo de estos animales protegidos.
«Es muy importante la colaboración ciudadana», asegura la bióloga del Oceanogràfic. «Sin ella no podríamos conocer la existencia de estos casos».
Carles Martí era consciente de la necesidad de proteger al animal. «Esta es una zona muy concurrida y por eso era necesario hacer todo lo posible por preservar a la tortuga y sus huevos». Durante una hora vigiló que pudiera hacerlo en la arena y después la acompañó hasta que llegaron los especialistas.
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