Valencia
Valencia cambia el nombre de 51 calles que evocan al franquismo e incluye a anarquistas y comunistas
Se mantendrá la convivencia de las dos denominaciones para evitar molestias a la ciudadanía
El Ayuntamiento de Valencia ha propuesto el cambio de nombre de 51 vías urbanas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y resignificará (mantener el nombre y cambiar la argumentación) otras cuatro.
Esta es la propuesta que recoge los cambios planteados en el estudio e informe realizado por el Aula de Historia y Memoria Democrática de la Universitat de València. Durante cinco meses, el equipo investigador ha analizado los expedientes y los acuerdos específicos que llevaron a cambiar el nombre de determinadas vías públicas entre el 1 de abril de 1939 (fecha en que Valencia fue tomada por las tropas sublevadas) hasta la primera Corporación de la Democracia, en 1979.
Los cambios se plantean para la avenida del Barón de Cárcer, que recupera el nombre que aún reconoce y utiliza buena parte de la población: Avenida del Oeste.
Se incorporarán vías como por ejemplo Manuela Solís (reconocida ginecóloga), o Jerònima Galés (impresora de relevancia), entre otras, para dar visibilidad al papel histórico y actual de las mujeres en el callejero urbano.
También se han tenido en cuenta antiguos dictámenes de la Comisión de Cultura o mociones aprobadas en las Juntas de Distrito en legislaturas anteriores, que no se habían implantado nunca, como es el caso de la calle dedicada al activista vecinal Félix del Río,que será el nuevo nombre de la calle Doctor Marco Merenciano.
El cuarto criterio recoge las peticiones obrantes y aún no atendidas en el Servicio Municipal de Recursos Culturales por parte de la ciudadanía, como son las calles dedicadas al fotógrafo Agustí Centelles (en sustitución de Gual Villalbí) o al profesor Higinio Noja (por Samuel Ros).
También se incorporan nombres de personas o agrupaciones que han contribuido a la proyección cultural de la ciudad y a su engrandecimiento artístico y científico, como las nuevas calles dedicadas al Equip Crònica (para la plaza Francisco Bosch i Ariño), o Javier Goerlich, arquitecto (para la calle Francisco Dolz).
En esta misma línea, se ha optado por poner nombres de conceptos relacionados con la cultura y el saber en general, como las calles de la Poesia (por calle Damián Adalid), calle de la Fotografia (calle Carmen Tronchoni) o calle de la Literatura (por José María Osset).
El séptimo criterio utilizado ha sido el de fomentar los valores universales y dignos de reconocimiento general, y como ejemplo se puede citar la nueva calle dedicada a la Democràcia, en sustitución de la calle Castán Tobeñas.
Además de los 51 nombres, se resignificarán otras cuatro: las plazas de Amèrica y de Galícia, la avenida de Portugal, y la calle de Belchite, que mantendrán su nombre, pero en cuyos expedientes se cambiarán las razones de la denominación (inicialmente, en las cuatro se argumentaban motivos de apoyo y exaltación de la sublevación militar, la guerra o la dictadura).
Los cambios propuestos, según explica el Consistorio, se refieren a vías urbanas cuya denominación “contradice” la Ley de Memoria Histórica, y específicamente su artículo 15, que establece que las Administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura.
La propuesta se elevará a la Comisión de Cultura del jueves, que emitirá un dictamen previo al acuerdo que habrá de adoptar la Junta de Gobierno Local, tal como establece la Ley de Bases de Régimen Local.
El Ayuntamiento mantendrá la convivencia del nuevo nombre de las vías urbanas con el antiguo para evitar las molestias a la ciudadanía, así como a los comercios y empresas radicados en ellas.
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