Ciencia y Tecnología

Vendedores de historias

La Razón
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La empatía es la capacidad cognitiva de percibir, en un contexto común, lo que otro individuo puede sentir. También es descrita como un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra. Por lo tanto, cuando alguien nos cuenta un hecho que le afecta positiva o negativamente tendemos a alegrarnos o entristecernos por él. Los sentimientos de alegría y tristeza afectan de manera distinta en el ser humano. La felicidad es más duradera, se recuerda más con el paso del tiempo, pero no genera una atención inmediata. Todo lo contrario ocurre con la amargura, la cual genera un interés inmediato pero que terminamos queriendo alejarla y olvidarla con el paso del tiempo.

Tanto en mi trabajo como «coach», como en mi vida personal, me he encontrado con muchas personas conocidas como «vendedores de historias». Para conseguir el interés de los que les rodean narran su desgracia o desgracias más amargas provocando así la conmiseración de los demás.

El problema llega cuando todo lo que hace esta persona es contar una y otra vez la misma desgracia o relacionarlo todo con ella. Los que le prestaba atención dejan de hacerlo, cansados de escuchar siempre lo mismo, el «vendedor» se sentirá mal porque ha perdido la atención de los que le rodeaban y lo achacará a alguna de sus desgracias buscando nuevos grupos para iniciar este círculo vicioso.

A estos «vendedores de historias» quiero recordarles que su vida cambiará cuando ellos cambien, y eso no funciona sentándose a esperar que suceda.