111 antecedentes y en libertad

Seis meses de investigación finalizaron el pasado 23 de marzo con la detención de 17 butroneros que sumaban 111 antecedentes policiales. El resultado de las dos operaciones, que desmantelaron a «dos expertos grupos de butroneros» –tal y como los califica la Policía Nacional– fue conocido ayer, aunque lo más sorprendente es que, horas después de que la Policía informara sobre las operaciones, los detenidos –todos ellos de nacionalidad española– fueron puestos en libertad con cargos.

El malestar por esta decisión, tomada por el Juzgado nº 42 de Madrid y por los de Móstoles y Navalcarnero, motivó que la Confederación Española de Policía (CEP) redactara un comunicado en el que denunciaba «la escandalosa impunidad de la que disfrutan bandas de auténticos especialistas en el robo». En el escrito el CEP reivindicaba «la labor de investigación de cientos de policías», coordinados por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), así como las «miles de horas de trabajo» empleadas durante seis meses.

40 robos con violencia

Y es que, en total, a los detenidos se les imputan 40 robos con violencia en toda España, nueve de ellos mediante el método del butrón (acceden al comercio que quieren robar desde un local contiguo a través de un agujero en la pared). La investigación se inició el pasado octubre, cuando la Policía detectó la reactivación de un conocido grupo de delincuentes. La investigación de la UDEV y la Udyco, les llevó hasta uno de los cabecillas, Jonathan M. A. –apodado «El Piojo» y de 23 años de edad–, y hasta otro de los integrantes más importantes de la operación, Raúl. G. C. –alias «Taca», de 34 años–, con 27 detenciones a sus espaldas. A «Taca» se le relaciona con 39 de los 40 delitos. Es considerado un «especialista» en la utilización de la lanza térmica (para abrir cajas fuertes) y en la inhibición de los sitemas de seguridad. Debido a su currículo, no trabajaba con una banda, sino que actuaba como «mercenario» al que contrataban los distintos grupos; es más, según fuentes policiales, da cursos a otros aspirantes a butroneros en el «manejo» de la lanza térmica.

En la primera operación cayeron 12 de ellos, a los que se les imputan 39 robos con violencia a comercios y joyerías, entre los que destacan el robo de cuatro vehículos de alta gama en un concesionario de Zaragoza y, en abril de 2012, la casa de un coleccionista madrileño, donde sustrajeron una gran cantidad de monedas antiguas de alto valor.

Visitaban los establecimientos y estudiaban sus horarios y los sistemas de seguridad. Una vez accedían a los comercios mediante un butrón, «Taca» abría las cajas fuertes en menos de 15 minutos. Sin embargo, la Policía detectó un salto cualitativo en sus objetivos, pues pasaron a asaltar viviendas y a representantes de joyerías. Tras las detenciones, se llevaron a cabo 12 registros en Madrid y Toledo y se intervinieron herramientas, inhibidores de frecuencia, joyas, 101.000 baterías, tres pistolas detonadoras y una carabina. Paralelamente se desarolló otra operación, en la que se detuvo a cinco personas responsables del robo a una empresa de orfebrería de Leganés. Cuando la Policía les sorprendió, escaparon en coche intentando arrollar a los agentes y huyeron en sentido contrario hasta alcanzar la A-5. Su modus operandi era el mismo, salvo que actuaban siempre de madrugada. La Policía realizó tres registros en Toledo y Madrid e intervinieron piezas de plata, una lanza térmica y diversas herramientas.

Un cambio en el Código Penal

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, aprovechó la rueda de prensa de ayer para mostrar su preocupación por la puesta en libertad de los 17 detenidos y recordar el compromiso del Gobierno central de modificar el Código Penal para que se consideren agravantes robar en locales abiertos al público y estar especializado en ese tipo de robos.