Casino
Adelson vende su casino de Pensilvania para financiar Eurovegas
El magnate estadounidense pone en venta una de sus macro- ciudades del ocio por cerca de 1.000 millones de dólares. Las Vegas Sands considera que el complejo se le ha quedado pequeño y quiere dar «prioridad» a su proyecto en Madrid
El pasado 13 de diciembre, Sheldon Adelson estuvo por última vez en Madrid. Fue una visita relámpago, sin fotografías ni comparecencia ante la Prensa. Una parada técnica en el vuelo del billonario estadounidense rumbo a Israel que, no obstante, quiso aprovechar para reunirse con el presidente de la Comunidad, Ignacio González. Cuando vuelva a pisar suelo madrileño –está previsto que a lo largo del mes de febrero–, el magnate de los casinos anunciará con toda probabilidad la ubicación final de Eurovegas. Alcorcón, Valdecarros y Torrejón-Paracuellos seguirán hasta ese instante en las quinielas.
Mientras se perfila el destino final, también se avanza a toda prisa en el otro gran frente que rodea la operación: el de la financiación. Un flanco en torno al que el propio Adelson y su mano derecha, Michael Leven, director general de Las Vegas Sands, quisieron despejar dudas en la última gran cumbre celebrada en octubre en la Puerta del Sol: «Podemos garantizar que tenemos el capital necesario», subrayó Leven. «Los fondos están disponibles. Pero el dinero está en los bancos y cuanto más tiempo pase allí, más dividendos para los accionistas», añadió Adelson. Con la tranquilidad de tener ya asegurado el 30% de los 17.000 millones que se comprometieron a aportar –en torno a los 6.000 millones–, Las Vegas Sands continúa dando forma a un cambio de estrategia en su modelo de negocio. Una hoja de ruta que apostará decididamente, según la prensa especializada de Estados Unidos, por nuevas inversiones en el mercado asiático y europeo.
En este contexto, Leven ha confirmado esta semana la disposición de Las Vegas Sands a vender el complejo que la empresa tiene en la ciudad de Bethlehem, en Pensilvania, a apenas una hora de Philadelphia y a poco más de 90 minutos de Nueva York. Un hotel de 300 habitaciones, un gigantesco centro comercial, varios casinos y una microciudad del entretenimiento que tienen ya colgado, de forma oficial, el cartel de «se vende». Los interesados en su adquisición, eso sí, tendrán que rascarse el bolsillo. Sus dueños tratarán de dar salida a estas instalaciones por algo menos de 1.000 milones de dólares.
Inaugurado en mayo de 2009, este complejo no termina de encajar en los planes a largo plazo del grupo empresarial presidido por Adelson. En una entrevista concedida a la cadena CNBC, Leven reconoció que el Sands Bethlehem es «un producto pequeño», poco compatible con megaproyectos, como los construidos en China y Singapur, en los que pretenden centrar sus esfuerzos a partir de ahora. «La compañía se está centrando en "resorts"enormes e internacionales en los que se integren los grandes almácenes con restaurantes, teatros y casinos. Creo que han gestionado bien el complejo de Pensilvania, pero ahora ven que un grupo empresarial de Bethlehem podría centrarse en su explotación de una manera más intensiva», reconocía esta semana John Kempf, un analista del negocio de los casinos a la prensa local.
De concretarse la venta del casino de Pensilvania, las arcas de las Vegas Sands recibirían una inyección de liquidez cuyo destino, según el análisis de la prensa especializada de Estados Unidos y Macao, sería Asia y Europa.
El propio Leven ha reconocido como prioritaria la inversión en la bautizada por él mismo como la «mini-Las Vegas Strip» de Madrid. «Estamos dispuestos a venderlo, pero alguien tiene que pagar el precio. Si no ocurre, estamos contentos de mantenerlo», subrayaba Leven en la CNBC.
Y es que la decisión de Adelson de poner el Sands Bethlehem en el mercado no implica que éste no sea rentable. En el ranking de casinos publicado esta semana por el Gaming Control Board, el Sands es el más rentable del estado de Pennsylvannia en lo que respecta a la facturación en las mesas de juego.
En los últimos doce meses, sus beneficios rondaron los 110 millones de dólares. El hecho de que algunos de los casinos de Las Vegas que han cambiado de propietarios este año fueron puestos en el mercado por un valor siete veces y media superior al de sus ganacias en el último ejercicio, ayuda a comprender por qué ahora Sheldon Adelson trata de venderlo ahora por una cantidad que ronda los mil millones de dólares.
Las miradas, puestas en febrero
A lo largo de febrero, está previsto que Adelson desvele el emplazamiento definitivo de Eurovegas. Pero, ¿qué día será el del esperado anuncio? El magnate de Nevada no tiene una agenda pública oficial, lo que convierte en imposible hacer una estimación en torno a un posible viaje a Madrid. No ocurre así con Michael Leven. Éste, su mano derecha y hombre de confianza en las negociaciones de Eurovegas, siempre ha acompañado a Adelson en sus visitas a España. Esta semana, en concreto el día 28, Leven participará en Toronto en un evento sobre las oportunidades de negocio en esta ciudad para dar su visión sobre los «resorts integrados» que tiene en todo el mundo.
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