«Alfon» arenga a los antifascistas desde la cárcel: «Nos veremos en las calles»

Llama a la lucha contra los gobernantes «perversos e injustos»

Se sabe héroe de la «causa antifascista» desde que ingresó en prisión provisional hace tres años pero ahora, después del «show» que formó para después entregarse a la Policía el pasado 19 de junio para su traslado a prisión –tras la sentencia firme del Supremo– y todos los apoyos que ha recibido por parte de personajes públicos, «Alfon» se siente casi un «gurú», un símbolo de la «clase obrera» ninguneada «por el sistema». Y como tal, habla desde prisión para «agradecer» el apoyo recibido y para advertir de que la lucha continúa.

Alfonso Fernández Ortega, declarado por sus simpatizantes como «preso político» –a pesar de que la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo consideran probado que portaba explosivos en la huelga general de 2012– remitió ayer una misiva a sus «seguidores» desde el centro penitenciario de Soto del Real en la que animaba a «seguir con la lucha obrera». Y es que desde que fue detenido, personalidades del panorama político como Pablo Iglesias, Alberto Garzón, la concejala de Ahora Madrid Rommy Arce, la número dos de Podemos en la Asamblea, Lorena Ruiz Huerta, actores como Alberto San Juan o incluso cantantes como uno de los integrantes del grupo de hip hop Calle 13 se han posicionado a favor del joven madrileño, obviando, al parecer, la sentencia.

Según ésta, «Alfon» llevaba una mochila un artefacto explosivo con el que podría «causar graves lesiones e incluso la muerte» la madrugada del 14 de noviembre de 2012 durante la huelga general, cuando sólo tenía 21 años. Pero no era la primera vez que la Policía paraba al «héroe antifascista» ya que contaba con antecedentes por robo con violencia y agresión sexual, cuando aún era menor de edad. También le consta un delito contra la salud pública en 2010. Por todo ello, fue condenado a cuatro años de prisión.

Pero esta sentencia parece que no ha hecho mella en «Alfon», quien parece que se ha propuesto alentar a los grupos radicales de ultra izquierda desde su celda, para luchar contra aquellos que, según el, «intentan callar nuestras voces y frenar nuestros pasos con políticas de terror y represión». El joven de Vallecas y miembro de la peña radical del Rayo vallecano «bukaneros», amenaza con que él y sus compañeros antisistema siguen al pie del cañón: «Seguimos y seguiremos en las calles», advierte.

De hecho, «Alfon» parece que interpreta su entrada en prisión como una victoria: «Aunque yo esté en la cárcel hemos vencido». Y es que, lejos de ceñirse al hecho de los explosivos, insiste en que su condena está motivada en política. «Nuestros gobernantes son perversos e injustos (...) seguimos siendo los obreros y las obreras los que llenamos las cáceles» y busca culpables de su situación entre los miembros de la clase política. «Los de su clase, sus compañeros de partido, y socios portan la bandera de la usura y la corrupción», escribe.

Sin embargo, en la misma línea argumental que utiliza en toda la misiva, sigue reivindicando su fuerza: «Nuestra convicción y compromiso siguen intactos». Además, lejos de que su tiempo en prisión le quiten las ganas de abandonar su «causa», asegura que volverá a la lucha más activa. «Ahora cumpliré condena pero nos veremos en las calles al pasar estos años. ¡Fuerza compañeros en nuestro interior guardamos un mundo nuevo!».

Pocos días después de que ingresara en prisión, cientos de simpatizantes se manifestaron por las calles de la capital para pedir su libertad y seguramente lo volverán a hacer más veces.