Trasplantes

Anas y el segundo corazón incompatible

El menor de ocho meses rechazó el órgano y permaneció tres meses en la UCI. Por fin ha vuelto a casa.

El pequeño Anas recibió el trasplante en enero, pero tuvo que estar tres meses ingresado en la UCI.
El pequeño Anas recibió el trasplante en enero, pero tuvo que estar tres meses ingresado en la UCI.larazon

El menor de ocho meses rechazó el órgano y permaneció tres meses en la UCI. Por fin ha vuelto a casa.

Nació con una cardiopatía congenita severa y superó una primera cirugía para estabilizarle. Anas es un luchador, por eso ha podido esperar dos meses a que le llegara su oportunidad: un corazón de su mismo peso, pero de un donante de sangre incompatible. Después de la intervención pionera que protagonizó Carla, este niño de ocho meses ha sido el segundo en participar en el programa cardiaco pionero del Hospital Gregorio Marañón ABO incompatible.

«Ahora está muy bien, pero no fue fácil esperar tanto tiempo», recuerda la madre, Najat, que no puede apartar la mirada de su niño. «¡Veis qué bien está ahora!», exclama orgullosa. Al nacer en el mismo hospital, los médicos han seguido cada uno de sus progresos muy de cerca. «Nació con una malformación cardiaca con hipoplasia de ventrículo izquierdo y, tras esa primera operación, no pudimos hacer ninguna intervención quirúrgica. De ahí que lo incluyéramos en el programa que acabábamos de abrir», afirma Manuela Camino, responsable de la Unidad de Trasplante Cardiaco Infantil. Najat no lo dudó: «Estoy muy agradecida, sabía que era un proyecto nuevo ,pero confiaba». Aún recuerda el día que le dijeron que había un donante para su bebé: «Sólo pensé: ya está salvado».

La operación fue bien, «el corazón trasplantado sólo estuvo parado tres horas y por eso se reanimó de manera espectacular», aclara Juan Miguel Gil Jaurena, jefe de cirugía cardiaca infantil del centro. Pero, como ocurre con algunos trasplantes cardiacos –sin importar que el donante sea incompatible–, «se complicó el posoperatorio y rechazó el órgano a los 15 días», explica Camino. Su reacción obligó a los médicos a colocarle el sistema ECMO que sustituye el latido natural del corazón. A eso se sumaron, «todos los inmunosupresores necesarios». Anas recibió el trasplante el 24 de enero, pero no pudo abandonar la UVI hasta el 17 de abril, cuando pudo pasar a planta. Ahora, con ocho meses, Anas por fin duerme en casa, con un corazón nuevo.

El programa pionero del Gregorio Marañón ha permitido «reducir a la mitad la lista de espera de trasplante cardiaco infantil», sostiene la doctora. Así, la principal característica de estas intervenciones es que, aunque donante y receptor sean incompatibles, esta diferencia en bebés no se da porque nacen sin anticuerpos frente al grupo sanguíneo y se mantienen en niveles bajos hasta los 15 meses. Aún así, para estos trasplantes se requiere el uso de compuestos sanguíneos libres de anticuerpos.