Apuesta a cuatro bandas para mejorar los ríos madrileños

El pasado viernes se celebró el Día del Agua y desde la Comunidad de Madrid se está trabajando para aprobar una nueva normativa que permita coordinar la gestión integral de los ríos y conservar así todo lo que les rodea.

El pasado viernes se celebró el Día del Agua y desde la Comunidad de Madrid se está trabajando para poder aprobar una nueva normativa que permita coordinar la gestión integral de los ríos madrileños y conservar así todo lo que les rodea. Recientemente han sometido a consulta pública previa la nueva Estrategia de Recuperación y Conservación de los Ríos de la región. Lo que sucede, según explica el director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid, Luis del Olmo, es que la gestión de los ríos está dividida entre las distintas administraciones. Así, los ríos madrileños son competencia en su mayor parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo y algunos de la Confederación Hidrográfica del Duero, que se ocupan de su cauce y su caudal. A continuación, el Canal de Isabel II es el responsable de garantizar la depuración del 100% de las aguas mientras que los distintos municipios se ocupan de las respectivas redes de saneamiento. «La Comunidad gestiona la flora, los sotos fluviales y la fauna, así como los aprovechamientos como la pesca», detalla del Olmo.

Es por ello que el objetivo de la Estrategia es coordinar y mejorar todas las actuaciones que tienen que ver con los ríos madrileños basándose en tres principios: conocimiento del estado de los mismos, colaboración y coordinación entre administraciones y comunicación con los usuarios y agentes sociales relacionados. De este modo se han fijado una serie de actuaciones que, posteriormente se derivarán a quien tenga la competencia. «Las primeras son actuaciones de mejorar de los márgenes, eliminando algunas barreras, mejorando los perfiles de los cauces y estudiando las antiguas infraestructuras en desuso sin valor que puedan ser desmanteladas», indica el director general de Medio Ambiente.

Otro de los capítulos afecta a la eliminación de especies alóctonas, esto es, invasoras que son perjudiciales para las madrileñas como es el caso del pez-gato o la perca-sol. Hay que tener en cuenta que hay otras especies alóctonas que, sin embargo, no son nocivas como es el caso de la carpa que tiene aprovechamiento piscícola. También se van a revegetar y mejorar los márgenes. Por último y más fundamental, facilitar y ayudar en la determinación de los caudales medioambientales para no perder la riqueza de las vegas.