Carmena «blinda» La Ingobernable frente a la resistencia okupa

Aumenta su protección e invertirá 4,7 millones de euros. Los responsables del centro se manifestarán por su «poca voluntad».

La Ingobernable, el edificio que ocupa el número 30 del Paseo del Prado y el 39 de la calle Gobernador, cumple el próximo 11 de mayo dos años desde que fuera okupado y reconvertido en centro social. Un periodo marcado por los desencuentros con el Ayuntamiento de Manuela Carmena, que en los últimos meses ha intensificado los mensajes en los que reclama su propiedad, después de que el inmueble fuera recuperado el año pasado por el Consistorio tras pagar una indemnización de 1,4 millones a la Fundación Ambasz. De hecho, para ese día, los responsables de La Ingobernable han convocado una gran movilización con el apoyo de más de 150 colectivos –entre ellos la Comisión del 8-M de Madrid, Ecologistas en Acción, Juventud Por el Clima y la Coordinadora de Vivienda de Madrid (PAH)– debido a unos últimos encuentros con representantes del Ayuntamiento que denotan una «frustrante, peligrosa y tardía poca voluntad y responsabilidad». «No va a ser ni éste ni ningún otro consistorio el garante de nuestra permanencia», afirman los organizadores, que han presentado al Ayuntamiento un acuerdo con el AMPA del Colegio Palacio Valdés y la Asociación del Barrio de las Letras que insta a la alcaldesa a garantizar la continuidad de su proyecto, «independientemente del color del partido que gane las próximas elecciones». Dicho acuerdo sería un convenio de cuatro años y «sobre el cien por cien del espacio del edificio», que seguiría un modelo autogestionado. «Emplazamos al Ayuntamiento de Madrid a salvaguardar el principio de protagonismo vecinal y colectivo, y confiar en la capacidad de autoorganización de las vecinas y vecinos para decidir sobre nuestros propios espacios», aseguraron los responsable del centro social en un comunicado.

Sin embargo, el Consistorio continúa con sus propios planes en torno a este edificio, diseñado en los años treinta del siglo XX y antigua sede de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Con fecha del pasado 31 de enero, la Junta de Gobierno aprobó inicialmente el Plan Especial para la modificación de la catalogación del edificio, que pasó de un «grado ambiental» a uno «parcial». Según consta en el resumen ejecutivo, los elementos arquitectónicos de «restauración obligatoria» serán las fachadas exteriores, una fachada interior en el patio principal, el zaguán y la escalera principal. Del mismo modo, el plan admite «la construcción de un volumen por encima de la última planta existente, que se retranqueará respecto a la fachada actual y no superará el 20% de la superficie edificada existente». También se permite «cualquier actuación que incremente la superficie edificada», siempre que «implique la recuperación del patio».

De acuerdo al estudio económico-financiero del plan especial, el presupuesto asciende a 1.300 euros por metro cuadrado. Así, la estimación aproximada del coste de la rehabilitación es de 4,7 millones de euros. El cálculo corresponde a un total de 3.028,80 m2 de superficie construida, más 606 m2 de ampliación en la parcela, que cuenta originalmente con 895 m2. Ahora, el plan se encuentra en el trámite de información pública.

Un paso insuficiente

Como explican desde la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP), el cambio de protección ambiental a parcial supone un paso adelante, ya que el primer grado permite la sustitución del edificio siempre que conserve una fisonomía parecida. Sin embargo, consideran que «sigue siendo insuficiente». No en vano, ambas catalogaciones corresponden a un nivel 3, cuando lo deseable «sería un nivel 2, que supone que la estructura quede totalmente protegida. Hablamos de un edificio que además de su interés arquitectónico también es destacable por su carpintería, sus vidrieras... elementos que forman parte de su diseño original. Con este plan, las vidrieras podrían ser desmontadas, perdiendo así su esencia original», apuntan desde MCyP. El edificio es una de las últimas obras del arquitecto Francisco Javier Ferrero Llusiá, autor también del Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi, el Viaducto de Bailén o la Imprenta Municipal, así como del desaparecido Mercado de Olavide.

Ahora bien, ¿cuál es el destino final del inmueble del Paseo del Prado? ¿Qué planes tiene el Ayuntamiento? En el Plan se mantiene «uso dotacional de servicios colectivos» y «no se prevé la implantación de usos de titularidad privada». El pasado febrero, la coordinadora de Cultura, Deporte y Turismo del Ayuntamiento, Carmen Rojas, reiteró que el espacio se va a dedicar a la Biblioteca de Mujeres Marisa Mediavilla Herreros. El fondo consta de 30.000 volúmenes, entre los que se incluyen estudios y ensayos feministas, biografías, folletos, revistas, carteles, tebeos y otros materiales, entre los que se encuentran también obras de los siglos XVIII, XIX y XX, la mayoría de ellas descatalogadas. Además, Carmen Rojas, adelantó que el Área de Economía y Hacienda había iniciado «acciones judiciales» para entrar en el edificio de la calle Gobernador. «No apoyamos la okupación de ningún edificio. Queremos que ese edificio sea desokupado lo antes posible, pero los lanzamientos jurídicos son procesos complejos», aseguró.

Sin embargo, tal como informó «Gacetín Madrid», el Pleno de la Junta Municipal del Distrito Centro, con Ahora Madrid incluido, tiene otros planes. El pasado 22 de marzo, aprobó por unanimidad una propuesta de Ciudadanos para utilizar algunas plantas del edificio como un centro de salud. El motivo principal que esgrimía la formación naranja es que el barrio de Las Cortes no cuenta con un Centro de Atención Primaria óptimo para atender la demanda de más de 20.000 vecinos, sobre todo porque el situado en el número 5 de la calle Alameda «se encuentra en un estado lamentable y presenta grandes carencias». Entre ellas, la ausencia de ventanas y ventilación, así como graves problemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Ciudadanos pide así la utilización de algunas plantas, independientemente de si finalmente se construye la biblioteca, para contar con «un centro de salud adecuado, digno y moderno». Y es que, en su opinión, las actividades llevadas a cabo por el Centro Social La Ingobernable «no tienen relación con las necesidades del barrio». En resumen, un nuevo e hipotético destino más que añadir a un edificio cuyo futuro próximo sigue siendo una incógnita.

Yoga, danza afrocaribeña, muay thai y pilates

¿Qué actividades pueden encontrar los vecinos de Centro en el centro social de La Ingobernable? De acuerdo a su agenda, en un solo día se ofrecen clases de «autodefensa feminista», danza afrocaribeña y boxeo. Además, todos los sábados puede acudirse a la sesión de yoga impartida por «Yogui no es sólo un oso». Otro de los eventos programados para esta semana responde al título de «Cervantes libertario», mientras que próximamente tendrá lugar un taller de «reducción de consumo de plásticos». Disciplinas tan dispares como el muay thai y el pilates también se imparten en el edificio de la calle Gobernador.