Carmena deja sin himno el acto de la Policía

En el homenaje a los agentes el día de su patrón no sonaron los tradicionales cantos, relegados a un acto íntimo en Casa de Campo.

Ni el himno nacional ni el tradicional «La muerte no es el final» como homenaje a los caídos sonaron ayer en el acto del patrón de la Policía Municipal de Madrid que, por primera vez, se celebró en la sede del Ayuntamiento, en la galería de cristal del Palacio de Cibeles. El himno, como si de algo prohibido se tratase, sí sonó en el homenaje que se realizó en la Casa de Campo, al lado de la Jefatura del Cuerpo. Allí, a eso de las 14:00 horas algunos mandos policiales depositaron unas flores en el monolito dedicado a los compañeros fallecidos en acto de servicio. Al igual que el año pasado, ningún político estaba presente en el acto, que ya se ha convertido en un emotivo gesto a nivel interno. «Aunque no quieran verlo, es un cuerpo policial español y siempre suena, al menos, el himno nacional», sostiene un mando policial que lo considera «una falta de respeto a los que nos sentimos orgullosos de ser españoles y, sobre todo, de pertenecer a este Cuerpo». El descontento entre los mando policiales para con los responsables policiales por toda la polémica en torno a las condecoraciones de este año fue palpable a lo largo de todo el acto ya que ni uno de ellos aplaudió tras las intervenciones del concejal del Área de Seguridad, Javier Barbero, y de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. En los discurso se sacó pecho del buen hacer policial pero menos que otros años. Si en estos actos siempre se ha destacado que Madrid es la primera o segunda ciudad europea más segura ayer, o la ciudad bajado su posición en el ranking, o no se mencionó el puesto por otro motivo. «Siempre tienden a minimizar el buen hacer de la Policía, como si se avergonzaran de nosotros» sostuvo ayer un mando policial. «No somos sus preferidos, está claro. Ha vuelto a decir que tenemos que ser más democráticos», agregó otro al término de los discursos.

Y es que el inspector jefe del Cuerpo, Teodoro Pérez, dijo que «el nivel de seguridad es de los más altos de Europa». También hizo especial hincapié al cuidado que se pone, en este sentido, en los eventos multitudinarios como el World Pride que ya se celebra estos días en la capital. Barbero, por su parte, destacó que éste había sido un año de cambios e hizo alusión a la amenaza yihadista pero aseguró que «no vamos a cambiar por miedo» y que ése era uno de los retos de estos días durante la multitudinaria celebración del Orgullo LGTBI mundial en la capital. El concejal terminó su discurso agradeciendo a los premiados el «trabajo policial bien hecho». Y éste, precisamente, era el tema de la polémica de este año. Se entregaron 29 medallas al Mérito profesional a policías municipales, 76 Cruces al Mérito, 11 diplomas a auxiliares de policía y administrativos, así como 10 cruces a personalidades externas (medios de comunicación y autoridades). Pero este año, por primera vez, se sacó de la lista aprobada por la Junta de Recompensa a cuatro agentes y se metió a cinco personas sin explicación ni argumentación alguna.

Cambio de sistema

El director general del Cuerpo, Andrés Serrano, insistió en que tienen potestad para ello y aseguró que el sistema tradicional (presentar candidaturas ante la Junta de mandos para que estudien las propuestas de condecoraciones y las aprueben) va a cambiar. «La Junta de Recompensas está derogada», aseguró ayer ante los medios y explicó que va cambiar el sistema para el patrón del año que viene. A pesar la nula competencia, según Serrano, de esta Junta, desde el Ayuntamiento se asumió el 96 por ciento de las propuestas de este año. Eso sí, a última hora, recularon y finalmente sí darán la medalla al portavoz de la Asociación de Policías APMU, a quien se la habían retirado. El portavoz del PP, José Luis Martínez-Almeida, dijo ayer que esa entrega no debería producirse en un despacho sino en un acto público. Además, denunció que les excluyeron dentro del Ayuntamiento mientras que la alcaldesa pasaba revista a una pequeña representación de unidades policiales que había en la entrada. Por su parte, Carmena cerró el acto con un discurso muy humanista en el que reconoció la «emoción» que había sentido al colocar las medallas a los agentes. También resultó llamativo que ningún sindicato policial (CPPM, UGT, CSIT ni UPM) acudiera al acto como crítica a los actuales gestores.