Ahora Madrid
Carmena dará 100.000 raciones para los niños en riesgo de pobreza
Promete acabar con la malnutrición aunque, según sus datos, su Gobierno sólo llega al 10% de los necesitados.
La atención a los niños en riesgo de desnutrición durante las vacaciones escolares de verano fue el objetivo más urgente que se marcó Manuela Carmena nada más ser investida alcaldesa. En ese momento, el equipo de Ahora Madrid no contaba con todos los datos encima de la mesa sobre las necesidades reales de las familias de la ciudad. Ahora, casi un mes después, parece que ya los tiene, aunque las cifras que avanzó ayer no terminen de encajar. Subida al estrado de un desayuno informativo en el Ritz, Carmena avanzó que en los tres meses estivales, los Servicios Sociales del consistorio repartirán 100.000 raciones de comida. Actualmente, dentro de este programa hay contabilizados 2.700 menores, a los que se han sumado en los últimos días nuevos casos detectados a través de albergues y comedores públicos. Casos que, en ningún caso, hacen que el volumen de niños atendidos supere la cifra de los 3.000. Todos ellos reciben en sus domicilios la comida y la cena a través de un servicio de catering. En realidad, el Gobierno de Carmena lo que ha hecho es ampliar en 700 plazas el servicio que creó la anterior regidora, Ana Botella, en 2014.
El pasado verano, los servicios muncipales llevaron este catering a la casa de 2.071 niños, ya que finalmente se cumplieron las previsiones de atender a 100 niños en cada uno de los 21 distritos. Carmena optó por dar continuidad al programa de Botella a pesar de que Ahora Madrid quiso en un primer momento abrir los comedores de los colegios públicos. Tras conocer la posibilidad de repartir las raciones de comida y de cena en los domicilios de los menores, consideró que esta idea era mejor por ser menos «estigmatizante».
Sin embargo, tras concretar que son algo más de 2.700 los atendidos por su Gobierno, Carmena reconoció que ni siquiera esta actuación «les deja tranquilos». Y detalló más cifras. En concreto, las relativas al indicador Arope –siglas que, en inglés, agrupan a quienes están «en riesgo de porbreza y/o exclusión»– elaborado la Unión Europea.
Según los datos de Carmena, hay 25.563 niños madrileños que están incluidos dentro de este baremo. Carmena aseguró que eso implica que esos 25.563 niños están malnutridos porque el indicador pone de manifiesto que «no comen carne, pollo y pescado cada dos días». Sin embargo, esta condición es sólo una de las muchas que el indicador Arope mide.
De hecho, desde la Red Europea contra la Pobreza, que el es organismo encargado de elaborar esta estadística, aclaran que aunque «las personas que están en situación de pobreza también están contabilizadas en el indicador Arope, es posible que personas incluidas en este último no sean pobres». Por ejemplo, una familia que no tenga coche, que no pueda irse de vacaciones y que no pueda afrontar muchos gastos imprevistos también está incluida dentro de este indicador, independiente del régimen de comidas y de cenas que realicen sus miembros, y de si en éstas se incluye pescado, carne y pollo. El indicador empleado por Carmena también hace referencia a los hogares con una baja intensidad de trabajo entre sus miembros.
«La malnutrición de hoy es el déficit de mañana», remarcó Carmena. Precisamente por ello, se comprometió a poner en marcha una batería de medidas orientadas a paliar esta situación: becas de comedor, la posibilidad de poner en marcha sondeos en los colegios para poner fin «a la falta de organización en los menús» y talleres de cocina en colegios e institutos. Todo ello con la meta puesta en un objetivo que la alcaldesa se mostró segura de poder cumplir en los próximos cuatro años: «Poder decir que no hay niños con malnutrición».
Entre los invitados al desayuno en el Ritz se encontraba la portavoz del Grupo Municipal Popular y presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre. La líder de la oposición en el consistorio aplaudió el «sentido común» de las palabras de Carmena y destacó el paso, con el que está de acuerdo, de hablar de «desnutrición infantil a malnutrición» infantil: «Ha respondido a todas las preguntas y con mucho sentido común. Otra cosa es que podamos discrepar en algunas cuestiones pero me ha parecido que ya hemos cambiado la desnutrición infantil por la malnutrición y en eso estoy totalmente de acuerdo», contestó Aguirre.
Al margen del tema de la malnutrición, Carmena quiso en su intervención en el Ritz tranquilizar a los inversores al subrayar que «no hay paralización ninguna» en los grandes proyectos urbanísticos previstos para la ciudad aunque consideró que sería una «frivolidad» tomar una decisión «sin haber considerado el estudio del expediente». La alcaldesa pidió «calma y tranquilidad» y aclaró que en todas las reuniones que está teniendo pone encima de la mesa los puntos que «esta corporación tiene que analizar», aunque dejó claro que a ella sí le «interesa la participación de la empresa privada».
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