Ahora Madrid

Carmena quiere que los niños recojan colillas

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmenalarazon

Las ocurrencias de Manuela Carmena no tienen fronteras. Lo demostró ayer cuando volvió a dar la campanada al anunciar una de sus «carmenadas» en la Cumbre del Clima que se celebra estos días en París. En plena alerta por contaminación y con las críticas aún sobre la mesa por la suciedad y la falta de limpieza en las calles, la alcaldesa anunció a sus homólogos de otras grandes metrópolis que entre las soluciones que su equipo maneja está la de involucrar a los niños en campañas de concienciación. «Estamos viendo la posibilidad de que hacer una campaña divertida, que les demos unas tarjetas rojas (para que se las saquen) a sus padres cuando vean que tiran una colilla o un papel al suelo. O un concurso de ver quién recoge más colillas y darles unos premios», dijo Carmena.

Carmena anunció esta idea como alternativa a las multas por tirar colillas al suelo, ya que, según explicó en su intervención, la costumbre de tirar colillas al suelo no se ha erradicado y el número que se recoge en la capital «es impresionante» a pesar de estar sancionado, algo que le preocupa a la alcaldesa porque, según recogió Efe de su intervención, «tardan muchísimo en desintegrarse y es un atentado al medioambiente muy importante».

Su propuesta de convocar un concurso infantil para que los niños recojan las colillas no es la primera idea «divertida» con la que Carmena quiere solucionar el problema de la limpieza en Madrid –que en los últimos dos años ha perdido el 40% de los barrenderos– de forma gratuita e involucrando a los madrileños. Bajo su premisa de que la ciudad estará más limpia si se ensucia menos, no si se limpia más, la líder de Ahora Madrid explicó ayer que en breve empezarán a repartir ceniceros con el lema «de Madrid al cielo sí, al suelo no». Ya en octubre generó una gran controversia al asegurar que su equipo estaba estudiando crear «un servicio social de trabajo universitario» para que los jóvenes ayudaran «a barrer la ciudad», y sólo unos días después de llegar al cargo propuso que cooperativas de madres se encargaran de la limpieza de los colegios de sus hijos generando críticas de trabajadores y trabajadoras de la limpieza y de asociaciones de mujeres que la tacharon de sexista: «Podrían estar muy satisfechas por estar cerca de sus casas y tratarse del colegio donde están sus hijos», dijo para explicarlo. La última «carmenada» se produjo hace sólo unas semanas cuando confesó estar buscando soluciones «de género» a los atascos y anunció que están estudiando hacer aparcamientos disuasorios con comercios para fomentar su uso entre las mujeres conductoras.

Con la incógnita de si estas ideas son simples ocurrencias o realmente las planea llevar a cabo, sólo el hecho de que a la alcaldesa de Madrid proponga que los niños limpien las calles de colillas generó una avalancha de quejas en las redes sociales.