Cruce de dardos y papeles en la Asamblea

«No dejaremos de decir verdades sobre usted hasta que no deje de decir mentiras sobre nosotros». «Yo me he presentado a unas elecciones, usted no». El presidente de la Comunidad, Ignacio González, y el secretario general del PSM, Tomás Gómez, se lanzaron ayer estos y otros muchos otros dardos durante el Debate sobre el Estado de la Región que se celebró en la Asamblea. El primero se lo dirigió González a su oponente mientras le acusaba acerca de la mala gestión y falta de transparencia en los diferentes cargos que ha ostentado. El segundo respondía el líder socialista tratando de restar legitimidad al presidente. El enfrentamiento, lleno de descalificaciones y acusaciones, se prolongó durante más de una hora y media.

El líder del PSM arrancó su intervención acusando al presidente de usar la fecha y el horario del debate para que tuviera la menor repercusión posible. Para ilustrar este argumento, llegó a leer dos versículos del «Evangelio de San Lucas». Al final de su discurso, Gómez amenazó al popular con pasar de las palabras a los hechos y exhibió diez documentos que, según él, representaban la situación de los madrileños en la región. Finalmente , éstos se quedaron en unas nóminas que habían sufrido una reducción salarial, un ejemplo de una pensión de un mayor, unas sentencias del TSJM ya conocidas y facturas de la luz y el gas que habían subido en una vivienda de Madrid. González respondió reprochándole a Gómez que «si tiene problemas con la fecha es porque usted seguía de vacaciones mientras el resto estábamos trabajando» y criticó a Gómez su «falta de coherencia» por «criticar despiadamente a los empresarios que despiden cuando, de las dos experiencias de gestión que le conocemos, usted ha lideraro un ERE en ambas (Parla y PSM)». González calificó la postura de «hipócrita».

Los ataques se mezclaron con temas como la «falta de alternativa que exhibe» Gómez para la región, según González, y la exigencia del socialista al presidente de que «paralice la privatización de la Sanidad y la incluya en su próximo programa electoral. «Si gano las elecciones, me comprometo a parar, al día siguiente, todos los recursos que hemos iniciado».

En materia económica, el presidente defendió las políticas liberales como garantes de mejores resultados ante la crisis, «y la prueba es que Madrid ha crecido un 0,1% en el segundo trimestre mientras que el resto ha caído». Además, matizó que la creación de empleo pasa por proyectos como «Eurovegas, Leganés Tecnológico o Canalejas».

Antes de Gómez, fue Gregorio Gordo, portavoz de IU, el que había plagado su discurso de descalificaciones e insultos. Acusó a González de ser «el virrey de la república bananera de Adelson», de poner en marcha «un capitalismo de amiguetes», de conducir a la región al «desguace», de propiciar «una orgía fiscal» al servicio de «buitres» y «golfos» y, en resumen, de presidir un Ejecutivo «acorralado, desgastado y deslegitimado». En su réplica, el presidente reprochó que Gordo lidere la «barricada, la marea y el Agit Prop». Especialmente enérgico se mostró para denunciar la «inmoralidad» de quienes –según González, dentro de la misma estrategia que el líder de IU– protestaron en las puertas de un hospital para que la delegada del Gobierno no fuera atendida allí. Y defendió, una vez más, el resultado de sus políticas con datos: «Algo estaremos haciendo bien». El debate lo abrió el portavoz de UPyD, Luis de Velasco, que centró su intervención en cómo los «recortes están esquilmando a los madrileños».