Encuestas.
Despejada la primera incógnita de la «batalla» de Madrid
La renuncia de Ana Botella a ser candidata a la Alcaldía de Madrid al término de su mandato despeja la primera incógnita del complejo panorama político preelectoral de Madrid, donde a nueve meses de las elecciones todavía se suceden los rumores internos sobre las posibles candidaturas de 2015 en todos los partidos.
Curiosamente, tras muchos meses en los que se ha esforzado por no dar pistas sobre su futuro, a raíz de las numerosas informaciones que han circulado en el último año y medio sobre el cartel del PP al Ayuntamiento y la Comunidad, ha sido Botella la primera en resolver una de las claves del futuro cartel del PP.
Su decisión deja a Mariano Rajoy, presidente del PP y responsable en última instancia de aprobar las candidaturas a las presidencias autonómicas y alcaldías de las grandes ciudades, con las "manos libres"para tomar una decisión sobre una plaza emblemática que su partido gestiona desde 1991.
Porque, en los últimos tiempos, diferentes responsables políticos municipales y autonómicos del PP de Madrid detractores de una hipotética candidatura de Botella han expresado en privado su certeza de que Rajoy no forzaría la salida de la alcaldesa, que ven "muy cercana"al presidente del Gobierno, si ella desease continuar.
Según esta tesis, la dirección nacional del PP aguardaba que fuese la propia Botella la que, al conocer sus malas expectativas electorales o desencantada tras las crisis del Madrid Arena o la derrota en la candidatura olímpica, diese el brazo a torcer y renunciase a concurrir a la urnas en mayo de 2015.
Ahora que el cartel electoral del PP al Ayuntamiento está oficialmente sin dueño, las miradas -y los rumores- vuelven a posarse en una terna de mujeres.
Por una parte, está la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que mantiene que no piensa en su futuro político y a la que la oposición resta posibilidades al ser calificado como delito su incidente de tráfico en la Gran Vía.
Por otra, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que insiste en que no tiene otro horizonte más allá de su tarea en la Delegación pero que, al igual que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que estarán a lo que les pida el presidente del Partido Popular.
El Ayuntamiento no es el único frente electoral en el PP de Madrid, cuyo secretario general y presidente de la Comunidad, Ignacio González, ha reiterado en diferentes ocasiones desde hace más de medio año la petición de que la dirección nacional fije ya los candidatos a la Comunidad de Madrid.
En este caso, y a diferencia del Ayuntamiento, el propio González dio hace tiempo un paso adelante y se postuló para tomar el testigo de Esperanza Aguirre -que figuró en el cartel de las autonómicas de mayo de 2011- en la batalla por la Comunidad.
González siempre ha pedido que su hipotético compañero o compañera de 'ticket' sea la persona con expectativas de lograr más votos para, de este modo, arrastrar papeletas del Ayuntamiento a la Comunidad, un trasvase que según el presidente de la Comunidad está demostrado.
Una decisión que será en último término de Rajoy, que conocía desde hace tiempo la decisión de la alcaldesa y que, días antes del anuncio de Botella, se reunió en Sigüenza con la cúpula de su partido para analizar encuestas y estudiar la estrategia del partido ante el nuevo curso político.
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