Violencia callejera
Detenido un joyero con dos pistolas ilegales en su local
El miedo, una vez más, ha sido el «chivato». Como ocurre tantas veces con los delicuentes, la actitud cuando escondes algo ante la Policía es una evidencia para los agentes. Esta vez ha ocurrido con un joyero del barrio de Aluche. Los agentes de la Unidad de Distrito de Latina realizaban una inspección rutinaria en su local, situado en la calle General Fanjul, cuando observaron que el propietario se mostraba nervioso, como incómodo ante la presencia de los agentes.
Ante la pregunta de los policías, acerca de si le ocurría algo, él mismo confesó que tenía un revólver sin la autorización pertinente, según explicó ayer una portavoz del Cuerpo de Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid. El arma de fuego, de calibre 32, se encontraba en un cajón situado bajo el mostrador y estaba preparado para ser utilizado en cualquier momento. El revólver disponía de cinco cartuchos.
Sin emabrgo, los agentes encontraron una segunda pistola en la trastienda. Ésta era de calibre 9 milímetros. Al ser preguntado por la documentación pertinente reconoció que no la tenía, ni papeles ni licencia de armas. Aseguró que se trataba de un regalo que le había hecho un familiar para sentirse más seguro en la joyería, por si algún atracador entraba a robar. Hace una década no era extraño que los joyeros tuvieran este tipo de armas por la oleada de robos a joyerías que hubo. Fue detenido por tenencia ilícita de armas.
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