Accidente de Transporte

«El conductor era raro y a veces llegaba dormido»

Algunos de los niños declararon que actuaba de forma extraña. Nadie lo comunicó al colegio.

La estructura del bus no quedó deformada lo que permitió que todos los alumnos salieran por su propio pie ayudándose unos a los otros
La estructura del bus no quedó deformada lo que permitió que todos los alumnos salieran por su propio pie ayudándose unos a los otroslarazon

«Mamá, no te preocupes, estoy bien». Con esta frase y otras similares decenas de padres de alumnos del Instituto Público Jimena Menéndez Pidal recibieron el susto del accidente del autobús. No fue hasta minutos e, incluso, horas después, cuando pudieron comprobar que todos los niños estaban sanos y salvos o con heridas leves, cuando pudieron tranquilizarse. Y es que, según explicó Pilar Pérez, madre de uno de los menores de 1º y 2º de la ESO que viajaban en el autocar siniestrado en Fuenlabrada, «aunque había podido hablar con él por teléfono, hasta que no le vi no me quedé tranquila».

Del relato de sus hijos, Pilar y otros padres que a mediodía de ayer pudieron salir de las Urgencias del Hospital de Fuenlabrada donde habían tratado a los pequeños de las lesiones leves, se deduce que la mayor parte de los alumnos no llevaban puesto el cinturón de seguridad, por lo que se produjeron algunas situaciones peligrosas cuando el autobús volcó. «Mi hijo quedó atrapado porque otro chico se le cayó encima», detalló Pilar, que destacó, al igual que lo hizo el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez-Martos, que la colaboración entre los compañeros fue fundamental para que la tragedia en la rotonda no fuese mayor.

«Se ayudaron los unos a los otros a salir», apuntó la madre del alumno, que señaló que, al parecer, no sólo se rompieron cristales, sino que también había asientos volcados que se habrían soltado de los anclajes del piso del autocar. Según distintos testimonios fue el conductor, o bien los menores quienes lograron romper la luna trasera del vehículo para poder salir de él, antes incluso de la llegada de los servicios de Emergencia y la Guardia Civil, que llegaron rápidamente al lugar.

Igualmente, según recoge Efe, varios de los niños que iban en el autobús comentaron que el conductor era «raro», llegaba dormido y, a veces, estaba agresivo, lo que les llevó a temer que ocurriera un accidente como el de ayer. Uno de ellos relató que, el pasado martes, varios escolares comentaron entre sí que algún día «iba a pasar una desgracia con el conductor», que «siempre iba muy rápido», aunque no advirtieron de nada de esto al colegio.

En el Instituto Jimena Menéndez Pidal explicaron que la primera llamada sobre el suceso fue de una madre e, inmediatamente después, fueron alertados por la Policía. Al momento, el director adjunto del centro y la jefa de estudios se desplazaron hasta el lugar del accidente para comprobar el estado de los menores, mientras desde el centro se informaba a las familias que llamaron o se acercaron a preguntar por sus hijos. La prioridad, según detallaron, era saber la situación de todos los menores y, por ello, también se desplazaron a los distintos hospitales a los que trasladaron a los niños.

A continuación, se hizo una revisión de todas las aulas en las que hay niños que viajan en la ruta siniestrada, que pertenecía al grupo de alumnos de 1º y 2º de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). El motivo es que algunos alumnos no hacen uso constante de estos autobuses, por lo que también explicaron a los niños la importancia de utilizar este servicio siempre para poder tener localizados a todos los compañeros de clase en caso de que se produzcan sucesos como el de ayer. Igualmente, se comprobó que todos los menores que viajan en el autobús adaptado para movilidad reducida habían llegado sin problemas a sus aulas.