Política

Caso Malaya

El doble rasero de Gómez: no hubo medidas contra Rollán

La Razón
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El Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenó en 2011 a ocho años de inhabilitación especial por un delito de prevaricación a la ex alcaldesa de Torrejón de Ardoz y por entonces secretaria de Organización del Partido Socialista de Madrid, Trinidad Rollán, por votar a favor de un convenio urbanístico que contaba con un informe negativo. El tribunal destacó en su fallo la intervención que tuvo la mano derecha de Tomás Gómez y «su plena consciencia acerca del carácter ilícito del convenio» urbanístico aprobado por el consistorio el 26 de noviembre de 2001 a pesar de los informes de varios expertos municipales que advertían de su ilegalidad. El TSJM destacó en su sentencia que la «trascendencia dineraria» de las prestaciones acordadas en el convenio, que suponían la entrega de 3.359.657 euros en dinero efectivo y la realización de obras de urbanización valoradas en otros 3.239.455 euros, cuando el presupuesto del municipio para ese año no llegaba a los 42.070.847 euros. En marzo de 2012, la Sala Penal del Tribunal Supremo revocó en su integridad la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que condenó a Rollán y a otros 13 miembros del Ayuntamiento de Torrejón. Este fallo subrayó que no concurrían los elementos propios de la prevaricación, ya que «existe una línea jurisprudencial que, tratándose de entidades locales, admite directa o indirectamente la permuta de bienes patrimoniales por obra futura».

Los paralelismos entre el «caso Rollán» y el que ahora afecta a Martín Rojas y la distinta actitud de la dirección regional es lo que ha despertado la indignación entre las filas críticas con Ferraz. En aquel momento, no se adoptó ninguna medida provisional contra Rollán de carácter disciplinario a pesar de que la condena –ocho años de inhabilitación– era la misma.

Tras el fallo exculpatorio del Supremo, tal y como informó este diario en 2012, Trinidad Rollán se incorporó al equipo de asesores de Tomás Gómez en la Cámara regional. La contratación de Rollán como asesora también despertó ampollas en ese momento entre las filas socialistas al coincidir con un momento difícil para las arcas del partido, ya que sus empleados sufrieron retrasos en el cobró de las nóminas, como también los tuvo la propietaria de la sede del PSM en Callao en percibir el alquiler del inmueble.