El Príncipe de los Juegos

Hoy es un día importante, acaso trascendental para Madrid 2020. Hoy, en Lausana, toca enfrentarse a los 104 miembros del Comité Olímpico Internacional y contarles, en 45 minutos y en inglés, el proyecto

Hoy es un día importante, acaso trascendental para Madrid 2020. Hoy, en Lausana, toca enfrentarse a los 104 miembros del Comité Olímpico Internacional y contarles, en 45 minutos y en inglés, el proyecto: lo que es, lo que contiene, lo que significa, lo que se ha invertido, lo que aún hay que gastar, el AVE, el Metro, la T-4, la M-30, la proximidad de las subsedes, lo compacto de esos anhelados Juegos, las ventajas, las garantías, el éxito en el que todos creen y el corazón que late dentro. Madrid apuesta fuerte y lo hace con Don Felipe, Príncipe de los Juegos, al frente. Involucrado sin reservas; consciente de lo mucho que hay en juego.

Don Felipe trabaja como uno más del equipo, codo con codo, y prolonga su jornada en pro de la candidatura hasta el infinito. Y así como en 2005 Tony Blair, entonces primer ministro británico, centró toda su atención en Londres 2012, y en Singapur recibió junto a Sebastian Coe, alma de aquellos Juegos virtuales, a cada miembro del COI, y les escuchó y les preguntó y se los ganó, Don Felipe está haciendo esa labor antes de llegar a Buenos Aires. Es preciso, aquellos contactos de Blair, culminaron siete años después en unos fantásticos y entrañables JJ OO.

Y estos días, entre ensayo y ensayo –ayer hubo tres y a los tres asistió–, tocaba «lobby». Don Felipe es la punta de lanza de la candidatura, «mucho más que el presidente de honor, porque es el primero que se remanga». Así le ven y así se comporta. Ayer mantuvo reuniones con diversos miembros del COI, porque no sólo quiere ganarse los votos de los 12 que corresponden a otras tantas casas reales. También a los seis candidatos a la presidencia que se decidirá el 10 de septiembre, tres días después de que sea oficial el nombre de la ciudad que organice los Juegos en 2020. Por la mañana estuvo con el singapurense Ser Mian Ng y con el taiwanés Wu Ching-Kuo. También estaba prevista la cita con el alemán Thomas Bach, que parte como favorito en la carrera presidencial; con el portorriqueño Richard Carrión, seria alternativa; el suizo Denis Oswald y con el ucraniano Sergei Bubka, plusmarquista mundial de pértiga, ya retirado, y el último en llegar.

En esas reuniones bilaterales le acompañaban Alejandro Blanco, siempre, y en ocasiones los miembros españoles del COI, Juan Antonio Samaranch, Marisol Casado y Pachi Perurena. Theresa Zabell y la alcaldesa Ana Botella también estuvieron en algunas. Esta labor es importantísima, trascendental, y el Príncipe se ha implicado al máximo. Saben en la candidatura madrileña que a los «señores del CIO» les interesa casi más quién guiará sus pasos los próximos 12 años, quién será el sucesor de Jacques Rogge a partir del 10 de septiembre, que la sede de los Juegos 2020. Quieren llegar a Buenos Aires con los deberes hechos, por eso hacerlo bien hoy es tan importante.

Ayer, se unió a la candidatura Luis de Guindos, ministro de Economía, que acudía a la importante cita en Lausana con 127.000 empleados más en junio. Otra garantía. Con él, con el Príncipe, Alejandro Blanco, Ana Botella, Juan Antonio Samaranch, Víctor Sánchez y Theresa Zabell harían el último ensayo, el definitivo, entre las 14:30 y 16:30, como si fuera el acto real. Repetirían las intervenciones por el orden en que van a dirigirse hoy a los miembros del COI, se someterían a una batería de preguntas como las que posiblemente tendrán que responder esta tarde y comprobarían que la técnica funciona y que los cinco vídeos previstos están a punto. Sí, puede ser un gran día.