Ahora Madrid
El Rastro se levanta contra el Ayuntamiento
Los comerciantes inician una recogida de firmas con la que exigen la dimisión del concejal de Centro «por dejación de funciones».
Los comerciantes inician una recogida de firmas con la que exigen la dimisión del concejal de Centro «por dejación de funciones».
A los comerciantes de El Rastro se les ha acabado la paciencia. Ha pasado más de un año desde la reunión que mantuvo el presidente de la Asociación Intercultural de El Rastro, Mario Ágreda, con los concejales del Gobierno de Carmena, Javier Barbero, responsable del Área de Seguridad; y Jorge García Castaño, del distrito Centro. En este encuentro, que se produjo a principios de verano de 2016, Ágreda les puso sobre la mesa varios problemas que ya por entonces tenía el mercado, como la suciedad y el mal estado de las aceras, la falta de grúas que retiren los coches mal aparcados, la presencia de bandas que circulan con billetes falsos de 20, 50 y 100 euros y, lo que más le preocupaba, la multiplicación de puestos ilegales de ropa usada procedentes de los contenedores repartidos por las calles en los que la gente desposita ropa que ya no quiere, cuyo destinatario, supuestamente, es una ONG.
El presidente de esta asociación que aglutina a gran parte de los puestos del mercado denuncia ahora que la situación ha ido a peor: «Lamentablemente los problemas no sólo no se solucionaron, sino que siguen a peor y sin visos de llegar a ninguna solución». Así se lo ha expresado en una carta que mandó el viernes al concejal de Centro. En ésta, además de enunmerarle los problemas que a su juicio no se han solucionado, le anuncia que «viendo que El Rastro está cada día peor, hemos decidido después de una asamblea general y dentro del marco de la ley acometer una recogida de firmas para exigir su dimisión como concejal de Centro –y por ende de El Rastro– por dejadez de funciones».
Ágreda y el resto de comerciantes de la asociación que preside comenzarán a recoger las apoyos en los puestos del mercado más antiguo de la ciudad. Con ellas planean acudir a Carmena para pedir el cese de su concejal en Centro porque «ha empeorado todo y él no hace nada a pesar de que conoce perfectamente los problemas que tenemos», afirma Ágreda. «Cree que dejándolo estar no va a pasar nada pero eso no es así», explica a LA RAZÓN. Este comerciante recuerda que ya en 2004 él, junto a la asociación que preside para defender los intereses de los tenderos, ya lideraron una recogida de firmas contra el intento del entonces alcalde Alberto Ruiz-Gallardón de trasladar El Rastro a Mercamadrid: «Recogimos 360.000 firmas en tres fines de semana y lo paramos. Enseguida nos reunimos con –los entonces concejales– Miguel Ángel Villanueva y Luis Asúa, para que cesara la campaña», afirma.
Ahora su ofensiva tiene un nuevo objetivo y ése es García Castaño. El motivo es que para Ágreda, el concejal de Centro del Ejecutivo de Manuela Carmena ha olvidado que «El Rastro es un referente de la cultura local y necesita de una protección por lo que representa». Además, se queja de que «nunca ha estado tan mal como ahora» y de que el edil se esconde de los tenderos y sólo escucha y se reúne con los comerciantes que «son afines a él ideológicamente». Agreda, entonces, reclama: «Yo no soy ni de izquierdas ni de derechas, yo defiendo El Rastro».
En la misiva remitida al concejal el viernes, la Asociación Intercultural le advierte de que «los problemas de delincuencia» que hace un año le expusieron «se han incrementado llegando a ser un caso de orden público». Relatan la presencia de bandas que utilizan el mercado para blanquear billetes falsos y añaden que las mafias de la ropa usada están colonizando el espacio. Explican también que en estos puestos en los que se venden prendas procedentes de contenedores de ropa «empobrecen el mercado» y además generan problemas de inseguridad porque alrededor de ellos, explica, es donde se aglutina más gente y se producen robos de carteras y bolsos. Ágreda asegura que el Ayuntamiento «no soluciona este problema por falta de capacidad». Y es que cree que la propia Policía le ha explicado que no se destinan a los agentes suficientes como para controlar los puestos: «Bajo su mandato ha dejado a El Rastro sin policías para atajar la delincuencia», le reprocha en la misiva a García Castaño. Asimismo, en la carta afirma que nunca se llegaron a arreglar los socavones en las aceras que «provocan tropiezos y malestar entre los ciudadanos» y añade que «la suciedad campa a sus anchas».
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