El “top manta” le cuesta a Madrid 157 millones

Los bolsos representan un 30% de todas las ventas ilegales, según un estudio

La Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) ha realizado un estudio sobre el impacto tanto económico como social de la venta ambulante. Así, según el informe -que han realizado de la mano de Sigma Dos a la población general-, dos de cada diez madrileños ha comprado alguna vez en el “top manta”.

Entre lo que se adquiere, lo más habitual son bolsos, que representan un 30% de todas la ventas en la calle. Le siguen la ropa (24,5%), la música (24,1%) y, por último, las películas, que el 21% de los madrileños reconoce haber adquirido. Otro dato interesante es que, el 90% de estas compras se realizan por impulso, y “motivadas por los precios bajos de los productos”, sostiene CEIM.

En lo que se refiere al coste económico de esta actividad ilegal, según la extrapolación de los datos que aporta Sigma Dos, CEIM concluye que las pérdidas de ventas según las respuestas de los comerciantes ascenderían a 157 millones de euros, así como a un número muy elevado de puestos de trabajo. En concreto, el estudio sostiene que la venta ilegal ambulante destruye 1.406 empleos.

La percepción de los comerciantes también es una muestra de la magnitud del problema. Cinco de cada diez empresarios que se han visto afectados directamente afirman haber visto reducidas sus ventas y seis de cada diez insiste en que el problema se ha agravado en los últimos dos años. Otro dato relevante del estudio a este respecto es que el 80% de estos comerciantes se posiciona a favor de medidas que puedan facilitar la inserción laboral de los manteros. “Es un perjuicio singular para los pequeños comerciantes y emprendedores”, subraya Concepción Díaz, directora general de Comercio y Emprendimiento del Ayuntamiento de Madrid.

Seis de cada diez piensan que es un problema

Aunque los datos reflejan que los madrileños sí que adquieren productos ilegales, al preguntarles por su opinión, seis de cada diez opina que la venta ambulante es un problema social relevante y, además, consideran que perjudica a la economía local, así como a la imagen de Madrid y al orden y la seguridad de las calles. El hecho de adquirir estos artículos tampoco lo perciben como una forma de ayudar.

Ligado con el problema de inseguridad que creen que puede generar esta situación, la mitad de los madrileños considera que sería importante aumentar la presencia policial en las calles para evitar estas transacciones.