Política

Madrid Arena

«Ella no va a volver pero por lo menos que se haga justicia ya»

Los amigos de Katia se preparaban ayer para la vigilia de esta noche

Los amigos de Katia Esteban preparaban ayer en el garaje de la chica fallecida la pancarta que llevarán esta noche a las puertas del pabellón municipal donde hace un año perdió la vida junto a Cristina, Belén, Teresa y Rocío
Los amigos de Katia Esteban preparaban ayer en el garaje de la chica fallecida la pancarta que llevarán esta noche a las puertas del pabellón municipal donde hace un año perdió la vida junto a Cristina, Belén, Teresa y Rocíolarazon

Madrid- El pasado 4 de octubre, Katia Esteban Casielles hubiera cumplido 19 años, pero su vida quedó sesgada de forma trágica en un pabellón municipal de la Casa de Campo junto a la de Rocío y Cristina –dos chicas de Alameda de Osuna a quienes había conocido aquella misma noche–, y la de Belén y Teresa. Las cinco jóvenes acudieron a una fiesta que jamás se debía haber celebrado en esas circunstancias y no regresaron a casa. Pero sus amigos de Daganzo de Arriba, donde vivía con su hermana, Tania, y con su padre, Ángel, no pasaron por alto su cumpleaños y plantaron un pequeño ciprés, cedido por el Ayuntamiento de la localidad, en el parque donde solían reunirse todos los amigos. «Se llama el parque de Katia, porque yo creo que no tiene nombre y ahora nosotros le llamamos así», explica Jesús León, de 19 años, amigo y compañero de instituto de la joven. Al arbolito le han colgado fotos plastificadas de Katia: en Praga, en un cumpleaños, haciendo el tonto... Era pura vida: «muy loca», «alegre» y «estaba todo el día pendiente de todos», recuerda. «Ahora pintaremos la base de colores muy cantosos, los que a ella le gustaban: naranja, fucsia, verde...». Los chavales preparaban ayer la pancarta que llevarán esta noche al Arena en la propia casa de Katia. Ángel, el padre de la joven, les ha dejado el garaje y ayer les ayudaba con imprevistos como la repentina caída del bote de pintura al suelo, que solucionaron entre risas y con un poco de arena de gato. «Ángel, me llevo la bici de Katia ¿vale?», le espetó una amiga con total confianza. Siguen hablando de ella como si siguiera entre ellos, aunque «no va a volver». Justicia, bien grande, fue la última palabra que repasaron ayer estos chicos. En Alameda, hacían lo propio con Cristina y Rocío. Los allegados de Teresa y Belén, sin embargo, se han mantenido más al margen. Una empresa de autobuses les cede esta noche un bus para acudir a la vigila y posiblemente pasará por Alameda para recoger al otro grupo, del que surgió la idea y con quienes matienen mucho trato. Diseñaron cerca de 400 camisetas para esta noche y han mandado hasta a Alicante. Ya están agotadas.