Política

Accidente aéreo

«Era la persona que querías tener al lado cuando tenías un problema»

La «suelta» en F-18 del comandante Tejedor
La «suelta» en F-18 del comandante Tejedorlarazon

Un compañero de promoción del piloto fallecido relata a LA RAZÓN sus cualidades

Los compañeros del comandante del Ejército del Aire y ayudante muy cercano del ministro de Defensa, Pedro Morenés, Ladislao Tejedor, que perdió la vida tras colisionar el reactor HA-200 SAETA que pilotaba contra un hangar, seguían ayer sin entender cómo se produjo la tragedia, que tuvo lugar durante una exhibición de aviones históricos realizada por la Fundación Infante de Orleans (FIO), a la que pertenecía el fallecido. Un suceso calificado por los expertos como «inexplicable» y «sorprendente», dado el conocimiento en temas de aviación de Tejedor.

Miguel Bermejo, comandante del Ejército del Aire y compañero de promoción de Tejedor, que habló para LA RAZÓN, le define como «un auténtico experto que sentía amor por la aeronáutica». Compartió muchos años con él, desde 1997. En primer lugar, estuvieron juntos en la Academia General del Aire en Murcia durante cinco años. Posteriormente, otros cinco años en el Ala 12 de la base de Torrejón como pilotos de F-18, en Madrid, y tres años más en el Ala 23 de Instrucción de Caza y Ataque de Talavera la Real, en Badajoz.

«Yo lo veía como un referente, un ejemplo. Era de las personas más inteligentes que he conocido y esa inteligencia le pemitía dar cierta confianza. Era la persona que uno quiere tener al lado cuando tiene un problema», aseguró. «Estuvimos un mes juntos volando en el extranjero y, cuando me tocaba a mi ser el líder, yo estaba muy nervioso por cuestiones de no entenderme por el idioma con otros pilotos o por no saber responder ante determinadas situaciones, pero me tranquilizaba muchísimo saber que él estaba a mi lado».

Bermejo no olvidó que «Ladis», como lo llamaban los más llegados, ante todo era un aviador. «Cuando estabamos en Murcia, se hizo una criba en la que los mejores pilotos pasaban a pilotar reactores y él entró. También, en Talavera, los mejores se quedaban como instructores y él estuvo entre los tres primeros». «Si queríamos saber cualquier cosa de un avión raro, se lo preguntábamos y era capaz de darnos más información de la que le pedíamos».

Carlos Valle, presidente de la FIO, insistió en lo «sorprendete del caso». «Llevaba en la FIO tres años y empezó a realizar demostraciones hace dos años. Ese reactor lo pilota desde hace mucho tiempo».

Esta semana será enterrado en Salamanca, de donde son sus padres, y la semana que viene se celebrará un funeral en Madrid.