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Ciudad Lineal

Intentan raptar a una menor a la salida del colegio en Ciudad Lineal

Parada de la linea 146 de la EMT en la calle Virgen del Portillo
Parada de la linea 146 de la EMT en la calle Virgen del Portillolarazon

La niña, de 14 años, fue forzada para entrar a un vehículo con lunas tintadas. Una mujer escuchó los gritos de la niña y propinó golpes al hombre hasta que éste se fue.

Las alarmas vuelven a saltar en Ciudad Lineal. El distrito que vivió angustiado la presencia de un pederasta por sus calles desde el pasado mes de abril y no respiró tranquilo hasta el 24 de septiembre, cuando fue detenido en Santander, revive ahora la pesadilla. La víctima tiene sólo 14 años y ha sido objeto de un intento de rapto que podría haber derivado en un nuevo caso de abusos. Afortunadamente, todo ha quedado en una tentativa, pero ha traído de vuelta el miedo que estos vecinos ya creían superado.

Ocurrió el pasado lunes. Como cada día, la menor salía de clase del colegio Montpellier, un centro escolar concertado situado en el número 7 de la calle Virgen del Val, en el distrito de Ciudad Lineal. Eran alrededor de las 14:45 horas y se dirigió hacia la calle Virgen de Nuria, donde se encuentra la marquesina de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) donde para la línea 146, la que toma para volver a su casa. Durante ese pequeño trayecto –de apenas cuatro minutos andando–, atravesó la calle Virgen de África. Es en esta vía donde la adolescente fue abordada por el individuo, aún sin identificar.

El tipo estaba apoyado sobre el capó de un vehículo color gris con los cristales traseros tintados, según detalló la víctima posteriormente ante la Policía Nacional. El individuo no la llamó por su nombre ni le dijo nada previamente para intentar entablar primero una conversación con ella, según explicó a los agentes horas más tarde.

Cuando pasó por su lado, el hombre cogió a la menor y la sujetó fuertemente por los brazos intentando introducirla en la parte trasera del vehículo. De hecho, llegó a abrir la puerta del asiento trasero, concretamente la del lateral izquierdo (justo detrás del lado del conductor). La menor asegura que el hombre se encontraba muy alterado, muy violento, que ni siquiera la miraba a la cara. Según detalla, su agresor estaba en todo momento pendiente de otros viandantes, por si alguien se estaba dando cuenta de lo que estaba sucediendo. La niña, presa del pánico, comenzó a gritar con todas sus fuerzas pidiendo auxilio y esperando que alguien lograra escucharla para salir corriendo de allí lo antes posible. Aunque esos momentos de tensión transcurrieron en realidad de forma muy rápida. No sabía si aquel hombre finalmente lograría meterla en el coche, pero su clara superioridad física no la hacía tener todas consigo.

Pero sus gritos surtieron efecto y una mujer, a la que no conocía de nada, acudió en su ayuda en cuanto se dio cuenta de lo que sucedía. La señora comenzó a propinar todo tipo de golpes al agresor. Con los brazos, patadas y hasta con el bolso para que el individuo desistiera en su actitud. Y lo logró.

La menor logró zafarse de él y el individuo, asustado por el escándalo que ya se había formado en el lugar y sabedor de que un vecino podía llamar a la Policía en cualquier momento, abrió la puerta del conductor, arrancó el vehículo a toda velocidad y huyó rápidamente del lugar de los hechos. Todo sucedió de forma tan apresurada que ni la niña ni la mujer que la ayudó a escapar de las garras de este hombre tuvieron tiempo de anotar la matrícula del coche. Los nervios del momento tampoco les permitieron reaccionar a tiempo. Lo importante es que finalmente todo quedó en una tentativa, pero la matrícula del vehículo habría permitido a la Policía avanzar en la investigación.

La niña regresó a su domicilio y, muy asustada, contó en casa lo que le había sucedido a la salida del colegio. Por la noche, a eso de las 22:30 horas, padre e hija se personaron en la comisaría del distrito de Retiro, cerca del domicilio del progenitor.

Allí explicó a los agentes los rasgos más característicos que recordaba de su agresor (al parecer podría ser de origen suramericano) y los agentes ya se encuentran trabajando en el caso para lograr la identificación del sujeto.

De haber ocurrido algo así hace un par de meses, todas las sospechas habrían ido dirigidas al conocido como «pederasta de Ciudad Lineal». La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, le calificó como el «enemigo público número uno» y el encomiable trabajo de los agentes del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Brigada Provincial de Policía Judicial fue alabado por todos, a pesar de que en su día se criticó la tardanza en la resolución del caso. La complicada investigación llegó a buen puerto en septiembre, cuando se logró identificar a Antonio Ortiz. La Policía teme que este individuo sea un imitador que actúe en la misma zona.