Política

Madrid

José Luis Buenaventura, andanero de El Pobre«Es el único día que le digo por dónde ir. El resto, Él guía mis pasos»

José Luis Buenaventura. Andero de Nuestro Señor Jesús El Pobre

La devoción y el esfuerzo se aúnan en los anderos madrileños
La devoción y el esfuerzo se aúnan en los anderos madrileñoslarazon

José Luis es un «patero», que es como sus compañeros llaman a los anderos que van justo detrás de Jesús el Pobre y que ayudan a poner las patas al trono en los descansos durante la procesión.

– ¿Qué es lo que más le gusta de ser andero?

–Por devoción y es el único día del año en que yo le digo por dónde tiene que ir. El resto del año Él guía mis pasos.

– ¿Cómo se prepara para la salida de El Pobre?

–Cuando termine esta noche ya empiezo. Procuro hacer deporte y subir y bajar escaleras para mantener los gemelos, aunque eso no impide que en el momento de salir se agarroten. Pero para eso está el capataz, para darte un toque en las piernas y quitarte el agarrotamiento. Luego, cuando ya estamos en la calle, todo se pasa.

–¿Cuál es el momento más emocionante?

–Cuando el capataz me dice: «Al hombro», para ocupar mi sitio, ya empieza la emoción. Cuando lo cargamos ya empiezan las lágrimas y eso que cada año me digo que no voy a llorar. Después ves a la gente, a los fieles que llevan horas esperando y también se escapa alguna lagrimilla.

– ¿Y el más duro?

-La entrada, porque ya vienes muy cansado y también porque una vez que lo dejas ya no lo vuelves a coger hasta el año que viene.