Madrid Arena
Juicio por el caso Madrid Arena: «A mí me sacaron, pero faltaban dos amigas mías. Ellas no salieron»
Carmen, que acudió a la fiesta con las fallecidas, dijo que querían salir porque era «muy agobiante»
Carmen, que acudió a la fiesta con las fallecidas, dijo que querían salir porque era «muy agobiante»
«Me faltaba una bota. Iba sin chaqueta. Nadie me dijo: “¿Necesitas algo?”. A mí me sacaron, pero faltaban dos amigas mías. Me fui para fuera, a la zona de ambulancias, y pregunté por sus nombres. También le pregunté a un policía y me dijo: “Lo mejor que puedes hacer es irte a tu casa y descansar”». Es parte del relato de Carmen Rodríguez, una de las amigas de las fallecidas que también sufrió la avalancha, pero, afortunadamente, ella sólo sufrió lesiones en una rodilla y estuvo en tratamiento psicológico durante un tiempo. Ayer contó su experiencia en la Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid, cuando se reanudó la vista oral del juicio por el caso del Madrid Arena después del parón de una semana. Tras escuchar las declaraciones de los 15 imputados durante las dos primeras semanas, ayer comenzó el turno de los testigos. Rompieron su silencio los familiares directos de dos de las cinco víctimas mortales: el padre y la hermana de Katia Esteban –Ángel y Tania Esteban–, y la hermana de Cristina Arce –Verónica Arce–, respectivamente. Las preguntas han sido muy escuetas y sólo han confirmado que las dos fallecidas vivían en el domicilio familiar el día de la tragedia y que continúan en tratamiento psicológico a día de hoy. Apenas media hora después comenzó a testificar Carmen y explicó, con todo detalle, el horror y la angustia que sufrió en el momento de la avalancha mortal. «Fuimos las primeras en caer, no me podían sacar, tenía la pierna en el suelo y una masa de gente encima», dijo. Uno de los detalles más importantes de su declaración, en la que se emocionó en varias ocasiones al recordar lo vivido la trágica noche, fue cuando explicó que «varios» de sus amigos y ella recibieron ese día un mensaje por móvil de un relaciones públicas de la Thriller Music Park diciendo que habían vendido unas «20.000 entradas». «Todos comentamos que íbamos a una fiesta de 20.000 personas», explicó. Precisamente con respecto a la gran afluencia de gente, Carmen aseguró que ella había estado otras veces en el Madrid Arena, por ejemplo en la fiesta Klubbers, (también organizada por Diviertt, la empresa del principal imputado, Miguel Ángel Flores) y que en ésas no había tanta gente. «No te podías mover, por eso queríamos salir de allí. Era demasiado agobiante», precisó antes de entrar a recordar cómo fueron los minutos en el vomitorio mortal. «Fue justo antes de que empezara a pinchar Steve Aoki. Allí no se podía estar». Carmen explicó que, ya atrapadas en la masa de gente, dos de sus amigas (Katia y Cristina) y ella fueron las primeras en caer al suelo. Rocío, Katia, Cristina y ella. «No me podían sacar, me di la vuelta y tenía la pierna en el suelo y una masa de gente encima, intentaron cogerme de los brazos y de las piernas mientras estaban intentando sacar a los demás, pero no podían sacarnos». En esos angustiosos momentos, Katia le dijo sus últimas palabras, dedicadas a su padre pero, ayer en sede judicial, dijo, aguantando en llanto, que no iba a precisar el mensaje que le dio su amiga. Finalmente alguien consiguió agarrarla del tronco y sacarla de allí. No corrieron la misma suerte las otras chicas. Otro punto interesante fue cuando explicó que nadie les cacheó (metieron una botella dentro) ni les pidieron el DNI. A la salida del juzgado, el padre de Katia declaró que es «un palo» acudir al juicio, pero la hermana de Cristina sentenció: «Son gentuza».
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