Patrimonio
La casa que retrató Capa en la Guerra Civil será derribada
A pesar de las promesas políticas, no será posible salvar uno de los símbolos de la Guerra Civil para la historia de la fotografía. El dueño de la casa de la calle Peironcely 10, donde el fotógrafo Robert Capa fotografió en 1936 la dureza del conflicto bélico en Vallecas, derribará el edificio en dos meses. Su fachada de ladrillo ya ha perdido las características marcas de metralla, pese a que el pleno del Ayuntamiento de Madrid se comprometió a incluirla en el Catálogo de Bienes y Elementos Protegidos. Según denunció ayer la plataforma Salva Peironcely 10 en un comunicado, el propietario de la casa ha tapado con yeso las huellas de los disparos de las paredes y ya ha comunicado a los inquilinos que a finales de octubre comenzará la demolición parcial del inmueble.
Allí viven, en pisos de entre 17 y 34 metros cuadrados, 21 adultos y 13 niños a quienes se les ha negado una prórroga del contrato de alquiler. Ayer el propietario mayoritario del edificio –de 14 de las 15 viviendas– visitó a los inquilinos uno a uno para notificarles su intención de derribarlo en el plazo de dos meses. La plataforma recalca que los vecinos han estado pagando entre 350 y 400 euros por el alquiler de unos pisos de 20 a 30 metros cuadrados, «cuyo mantenimiento y salubridad pone en riesgo la vida de los más pequeños».
El pasado mes de julio el Pleno del Ayuntamiento se comprometió a incluir la casa en el Catálogo de Bienes y Elementos Protegidos para convertirla en un «símbolo» de la memoria de España, a propuesta del grupo socialista, informa Efe. Madrid fue durante la Guerra Civil la primera capital donde la población fue bombardeada de forma continua, con ataques dirigidos a grandes masas de población obrera que residían en Tetúan y Vallecas, distritos hoy integrados en la ciudad y entonces localidades periféricas.
La plataforma Salva Peironcely 10 comenzó una campaña para intentar proteger la vivienda del barrio de Entrevías por una fotografía que Robert Capa hizo del edificio, en la que aparecían unos niños jugando en medio de la devastación. Una investigación del fotógrafo José Latova y de Alberto Martín Escudero averiguó en 2010 que el inmueble fotografiado por Endre Erno Friedmann seguía en pie en el barrio de Entrevías y que, además, conservaba un aspecto muy similar al recogido por el objetivo de Capa. La Dirección General de Patrimonio rechazó catalogar la casa como Bien de Interés Patrimonial por ser una «infravivienda», ya que es una casa parcelada en pisos de escasos metros cuadrados en los que los inquilinos viven en condiciones muy precarias. Además, señaló que la fotografía de Capa fue «realizada con figurantes llevados ex profeso a un lugar de la ciudad en aquellos momentos militarizado, sin población civil».
✕
Accede a tu cuenta para comentar