Contaminación en Madrid
La Comunidad podrá restringir el tráfico por contaminación
Limitará la velocidad a 90 kilómetros por hora en la M-45 y en la carretera de Colmenar y se recomendará circular a 70 km/h en el resto
Limitará la velocidad a 90 kilómetros por hora en la M-45 y en la carretera de Colmenar y se recomendará circular a 70 km/h en el resto
Cuando haya picos de contaminación, la Comunidad de Madrid también tomará cartas en el asunto del tráfico, principal fuente del dióxido de nitrógeno, cuyos niveles ponen en riesgo la calidad del aire. Así, en las carreteras de competencia regional en las que se han detectado más problemas de polución, la M-45 y la M-607 (carretera de Colmenar), cuando se superen determinados niveles de NO2, se reducirá la velocidad a 90 kilómetros por hora, entre otras medidas incluidas en el borrador del nuevo protocolo anticontaminación que está elaborando el Gobierno regional en colaboración con todas las administraciones implicadas en la lucha contra la polución.
Y es que la Comunidad de Madrid no tiene competencias más que en algunas de las carreteras, de modo que el objetivo de este protocolo es coordinarse con todos los ayuntamientos de más de 100.000 habitantes que están obligados por la ley estatal a contar con un protocolo propio de calidad del aire. Además, desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se ha abierto también a los consistorios de más de 75.000 habitantes para que participen en el desarrollo del documento, que será de adhesión voluntaria. Además, también se ha incluido en los trabajos al Seprona y a la Dirección General de Tráfico (DGT), puesto que también son fundamentales en la gestión de la contaminación.
De este modo, en caso de alerta, mientras la Comunidad reducirá la velocidad a 90 kilómetros por hora en la M-45 y la M-607 y recomendará a los conductores que limiten su velocidad a 70 kilómetros por hora en el resto de carreteras de la red regional, se coordinará con la DGT que se baje el límite de velocidad a 100 kilómetros por hora en aquellas autovías y autopistas de competencia estatal en la Comunidad de Madrid, en las que normalmente se permite una velocidad superior y que dispongan de sistemas de regulación variable de la velocidad. Igualmente, los ayuntamientos afectados aplicarán los controles al tráfico en las vías de su competencia, según sus respectivos protocolos de contaminación y el nivel de alerta.
«Todo ello con información previa suficiente a la ciudadanía», aseguró el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Jaime González-Taboada, que insistió en que no se hará ninguna restricción de tráfico «con dos horas de antelación», sino después de haber comunicado respecto a la calidad del aire a todos los madrileños mediante todos los canales informativos de la Comunidad, en los paneles de las carreteras, a través de la web y de los medios de comunicación.
De hecho, y precisamente para favorecer la coordinación de todos los organismos y administraciones implicadas, el protocolo regional toma como base el del Ayuntamiento de Madrid, renovado el pasado febrero, para establecer los niveles de preaviso, aviso y alerta. En concreto, se considera preaviso cuando en dos estaciones cualesquiera de una misma zona o subzona se superan los 180 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno durante dos horas consecutivas. El siguiente nivel, aviso, se da cuando en dos estaciones de una misma zona se superan los 200 mgr/m3 de NO2 durante dos horas consecutivas. Y, por último, la alerta salta cuando en tres estaciones de una misma zona se superan los 400 mgr/m3 de NO2 durante tres horas consecutivas.
Igualmente, se han copiado los escenarios que establece el protocolo de la capital, si bien varían algunas de las medidas que se aplican en cada caso. Así, hay cuatro escenarios posibles: el primero se da cuando hay un día de preaviso y previsión meteorológica desfavorable, mientras que se pasa al número 2 cuando hay dos días de preaviso o uno de aviso. El escenario 3 sucede con dos días consecutivos de aviso y el último o de alerta cuando se superan un día los peores registros de NO2.
Con esta base, el borrador del protocolo de la Comunidad de Madrid establece una serie de medidas similares a las del consistorio madrileño pero de alcance regional. Para ello, al igual que ocurre con la capital –que está dividida por zonas según la afección de la calidad del aire, la población, distribución de las estaciones de medición y el viario de tráfico–, se ha dividido la Comunidad según su estructura demográfica, la afección del tráfico rodado, de las emisiones industriales y de los niveles de calidad del aire del registro histórico de la red regional. De esta división han resultado siete zonas: Aglomeración Madrid Ciudad –subdividida en las zonas establecidas por el Ayuntamiento de la capital–, Aglomeración Urbana Sur, Aglomeración Corredor del Henares, Sierra Norte, Aglomeración Urbana Noroeste, Cuenca del Tajuña y Cuenca del Alberche.
En todas ellas se aplicarán las medidas siempre con respeto a las competencias de cada municipio, por ejemplo en las cuestiones de restricción del tráfico, si bien el Gobierno regional se implicará directamente en las cuestiones informativas o de aumento de la capacidad del Transporte Público y promoción de los aparcamientos disuasorios. A partir del escenario 2, también pondrá en marcha las medidas de limitación de velocidad en las carreteras de la Comunidad de Madrid e instará a la DGT a reducir a 100 km/h el límite en las de competencia estatal, en caso de escenario 3.
Además, en este tercer escenario la Comunidad recomendará la reducción del uso de calefacciones en oficinas de la Administración Pública y se flexibilizarán los horarios para reducir la incidencia de la contaminación en las horas punta de tráfico. También se limitarán las operaciones que generen polución en las obras públicas regionales. En el último escenario, que Taboada indicó que «no se ha dado nunca», el Gobierno regional aplicará planes de movilidad a empresas de más de 250 trabajadores y de reducción en otras empresas, para evitar las concentraciones de vehículos en las horas de entrada y salida del trabajo. Con todo, el consejero insistió en que se trata aún de un borrador que está abierto a las sugerencias de todos los organismos implicados.
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