Tribunales

La auxiliar de enfermería de Alcalá: «No sería capaz de quitar la vida a nadie»

La Fiscalía pide 40 años de cárcel por dos asesinatos y otras acusaciones la Prisión Permanente Revisable

La auxiliar de clínica del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Beatriz L.D, en el banquillo de los acusados / Foto. Efe
La auxiliar de clínica del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Beatriz L.D, en el banquillo de los acusados / Foto. Efelarazon

La Fiscalía pide 40 años de cárcel por dos asesinatos y otras acusaciones la Prisión Permanente Revisable.

Beatriz L.D., la auxiliar de clínica que acabó presuntamente con la vida de dos ancianas ingresadas en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares en 2015 y 2017 se defendió ayer por la mañana en la primera vista del juicio y declaró su inocencia. Entre lágrimas, señaló que «no sería capaz de quitar la vida a nadie, ni aunque padeciera por su dolor» y recalcó que «se dejó la piel» para cuidar a los ancianos del hospital.

Sin embargo, la Fiscalía pidió para ella una pena de 40 años de cárcel por un doble asesinato y la inhabilitación para ejercer la profesión 10 años. Por su parte, las acusaciones particulares exigieron la Prisión Permanente Revisable, por considerar que «es lo más justo» ya que la acusada mató a «personas indefensas y vulnerables» y además «sin causa alguna» que lo motivase. Además, otra de las acusaciones particulares también pidió que se incluyera el delito de homicidio en grado de tentativa por una tercera víctima que sobrevivió. Asimismo, el Defensor del Paciente, personado como acusación, sostuvo que la auxiliar pudo acabar con la vida de hasta «cinco pacientes más» si bien no cuentan con «pruebas fidedignas suficientes» para poder acusarla.

Los hechos se remontan a los años 2015 y 2017, en la etapa en que la acusada trabajaba como auxiliar encargada del cuidado y atención de los pacientes en la quinta planta del hospital. En el primero de los dos casos, el escrito de la Fiscalía describe cómo Beatriz L.D., entró en julio de 2015 en la habitación 532 ocupada por la anciana L.M.S., de 92 años, y cuya alta estaba prevista para el día siguiente. Entonces, según el documento, «con ánimo de causar su muerte de forma inmediata» y «aprovechando que en esos momentos no se encontraba acompañada por ningún familiar» le inyectó con una jeringuilla «gran cantidad de aire» en la vía. A consecuencia de esa acción, la paciente entró «en parada cardiorrespiratoria falleciendo a las 9:40 horas por una embolia gaseosa pulmonar masiva». Las maniobras de reanimación no pudieron salvarla.

Caso parecido es el de la segunda fallecida, Consuelo D.F. Continuando con el relato del fiscal, la acusada accedió «sobre las 15:35 horas» el 2 de agosto de 2017 a la habitación 528 donde se encontraba la paciente, de 86 años, y otra paciente de avanzada edad. Siguiendo el mismo «modus operandi» que en la ocasión anterior, acabó supuestamente con la vida de la otra paciente.

Durante el interrogatorio en el juicio, la auxiliar manifestó que «no formaba parte de su trabajo» el «manipular objetos punzantes». Añadió que no conocía a las víctimas puesto que eran pacientes que le tocaban «por sorteo» y que apenas tuvo «acercamientos» con ellas, y alegó que en el caso de la primera muerte avisó a la enfermera y a los médicos. Su defensa pidió para ella la libre absolución al considerar que no hay pruebas concluyentes contra ella. Según el letrado, existen informes forenses que exculparían a su cliente de los cargos.

Un jurado popular será el encargado de juzgar los hechos. El juicio se reanuda hoy con las declaraciones de varios testigos, entre ellos varios médicos y enfermeras del hospital de Alcalá.