Violencia de género
La «manada de Villalba» alega que la joven propuso sexo «entre risas»
Uno de los acusados dijo a la joven que «sus hermanos tenían que probarla», según sostiene la Fiscalía
Uno de los acusados dijo a la joven que «sus hermanos tenían que probarla», según sostiene la Fiscalía.
Los tres acusados de agredir sexualmente a una joven en Collado Villalba el 13 de marzo de 2015, conocidos como «la manada de Villalba», declararon en el juicio que los contactos sexuales que mantuvieron con la presunta víctima fueron «consentidos», con «total naturalidad» y entre «risas y cachondeo en todo momento», y que, además, fueron «propuestos por ella» y «por turnos».
Miguel Ángel C.O., Martín A., y Ricardo A.M., en estos momentos en libertad, están sentados en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid por un presunto delito continuado de agresión sexual, por el que les podrían caer hasta 15 años de cárcel. Los dos primeros son guardias civiles, y el último, Ricardo A.M., había mantenido encuentros sexuales esporádicos con la joven.
El encuentro se sucedió cuando, según relatan los acusados, los tres quedaron para pasar el fin de semana juntos. Llamaron a la joven para quedar y le comunicaron que Mario, un compañero de clase de ella, no iba a acudir, a lo que ella no le importó quedar, según los tres acusados. Fueron a recoger a la joven a su casa para «salir a tomar unas copas». Ricardo A.M., el primero en hablar, contó que la joven y él «se enrollaron en el coche», y una vez en la casa se fueron «directamente a la habitación».
Otro de los acusados, Miguel Ángel C.O., guardia civil casado y con un hijo, expuso que él, junto a Martín A., también agente de la Benemérita, se fueron a «montar la consola», y al ver que no funcionaba, llamaron a la puerta de la habitación para pedir a Ricardo que les ayudara. Remarcaron que en ningún momento tenían intención de mantener relaciones con la joven, y que en el momento de llamar a la puerta escucharon «carcajadas» de ella. Fue cuando los dos procesados profirieron, con tono jocoso y según su versión, un «termina ya y ayúdanos», referido a su compañero Ricardo.
Este último, en su narración, señaló que la chica se fue al baño «porque tenía la menstruación». Acto seguido, accedieron al baño los otros dos acusados y mantuvieron relaciones sexuales con la joven «por turnos» y con «el consentimiento» de ella. Tras el encuentro, llevaron a la misma a su casa. «Nunca le dimos ninguna importancia. Fue todo en un ambiente de risas sin que estuviera nada preestablecido».
Sin embargo, la versión de la Fiscalía es bien distinta. Según la acusación, los tres procesados concertaron la cita con la joven con afán de «satisfacer su ánimo libidinoso». De esta manera, sobre las 1:20 horas de la madrugada, los tres hombres llevaron a la chica a una casa de Villalba. Una vez allí, el acusado Ricardo A.M., la llevó al dormitorio donde «comenzó a besarla y a quitarle la camiseta», según la acusación del fiscal. A continuación, entraron al dormitorio los otros dos acusados por el tema de la consola. Uno de ellos manifestó a Ricardo que «compartiera un poco», refiriéndose a la joven, algo a lo que ella se negó.
Por su parte, Ricardo se refirió a ella diciendo que el hecho de que «sus hermanos la probaran» significaría que «le daban la aceptación o el rechazo como pareja». Ella se puso nerviosa y volvió a negar la proposición, a lo que Ricardo le contestó que «no podía dejar así a sus hermanos», mientras Martín «empezó a acariciarla» y Miguel Ángel se desnudaba. La resistencia que opuso la joven obligó a Ricardo a meterla en el baño, donde continuó la agresión, según la Fiscalía.
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