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Libertad educativa

La Razón
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El anuncio de la puesta en marcha de dos colegios concertados católicos en los municipios de Parla y de Rivas Vaciamadrid por parte de la Comunidad de Madrid el próximo curso, supone para los equipos de gobierno de ambas localidades uno de los bofetones de libertad educativa más importantes que han recibido en sus tres décadas de régimen socialista-comunista, en los que no existía opción alguna para las familias católicas en estos municipios.

Nada más conocerse la noticia, Parla ha convocado un Pleno de emergencia en el que PSOE, IU y UPyD han intentado frenar semejante osadía que cuenta con el valiente respaldo del PP. Rivas, por su parte, ya ha avisado de que hará lo imposible con tal de que las familias ripenses se sigan buscando la vida en otras localidades si pretenden continuar eligiendo educación católica.

Y es que hasta la fecha, de los casi cincuenta centros públicos que existen en ambas ciudades sólo tres son concertados, por lo que no cubren ni de lejos la demanda de las familias y no ofrecen educación religiosa alguna.

Parece mentira que en pleno siglo XXI, en un país en el que el 70 por ciento de los españoles se declara católico y con una estirpe política socialista-comunista que tanto gusta de sanidad y colegios privados y católicos para ellos y sus familiares, pretendan negar al resto de ciudadanos su derecho a elegir en libertad este modelo educativo.

Faltan párrafos para nombrar la cantidad de diputados de los tres partidos de izquierdas de la Asamblea de Madrid, de concejales en ayuntamientos por toda España y ex ministros de todos los gobiernos del ramo que han estudiado y que han elegido centros privados, concertados y católicos para sus hijos en cuanto han tenido oportunidad.

Para los demás se oponen porque saben que con la libertad educativa nace la libertad de pensamiento. Algo que hoy en Madrid sólo garantiza el PP.