Literatura
Lo «inencontrable» de Leopoldo de Luis
La dualidad de Leopoldo de Luis está ya presente en su nombre. Su apellido paterno, Urrutia, quedaría «olvidado» después de la guerra, cuando en 1942 el también poeta Rafael Manzano, editor de la revista «Chabola», le recomienda que lo cambie por el materno. Es un detalle que resaltan tanto Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, como Ángel Luis Sobrino, comisario de la muestra que abre hoy sus puertas al público en Barquillo, 4. Ambos presentaron el «gabinete bibliográfico» sobre el poeta junto a su hijo, el también escritor Jorge Urrutia. «Una de las características de su figura es esa máscara de Leopoldo de Luis que encubre a Leopoldo Urrutia, el trabajador de una agencia de seguros que en sus ratos libres se dedica a la poesía», afirma Sobrino. La imagen elegida para la portada del catálogo de la muestra, afirma, también es símbolo de dicha dualidad. En ella aparece el poeta retratado en blanco y negro en una calle de Madrid, pero el que se fija descubre que, aunque casi completamente oculto, otro hombre se esconde detrás suyo.
Sobrino explica que además de poeta, Leopoldo de Luis (Córdoba, 1918) destacó como crítico y editor y que aunque es conocido por sus versos de corte social, su poesía «trata la condición humana en toda su complejidad. Es una buena fotografía por lo simbólico de este Leopoldo de Luis que voluntariamente, o no, oculta facetas de su historia personal y su obra literaria».
Entre las joyas que rescata la muestra se encuentra una edición de su primer libro, «Romances de un combatiente» (1937), que Bonet califica de «inencontrable y muy característico de la poesía de guerra del bando republicano». También un manuscrito de «Voz última», escrito en la cárcel por el condenado a muerte José Luis Gallego. El hijo de De Luis, que prestó de su archivo familiar parte del material, afirma que «mi padre lo guardaba todo, hasta las felicitaciones de cumpleaños que enviaba El Corte Inglés, de manera que entre sus carpetas hay todavía cosas inéditas. Esta exposición es importante porque recoge documentos desconocidos, sus reflexiones personales y, además, cumple una función de recuperación histórica».
Cuándo: a partir de hoy y hasta el 30 de septiembre
Dónde: Instituto Cervantes, calle Barquillo, 4.
Cuánto: Gratis
✕
Accede a tu cuenta para comentar