Los asaltos a trasteros se quintuplican

El repunte de robos en trasteros es tan exagerado que en muchas comisarías es el tema de conversación estos días. Lo alarmante es que no entran en uno en concreto para llevarse algún objeto de valor: estas bandas practican robos en masa. Hasta la comisaría de Ciudad Lineal han llegado estos días cientos de denuncias por el mismo asunto. En los portales 72 y 74 de la calle Caleruega, en el número 63 de Golfo de Salónica, en Dulzaina número 2 y en Querol número 5 han entrado en absolutamente todos los trasteros de las fincas. Lo que suele ocurrir es que no todos los vecinos se dan cuenta del robo perpetrado hasta pasados unos días, porque no bajan a diario a los trasteros, por lo que la denuncia la interponen muy tarde. Incluso, cuando se percatan del robo, en lugar de avisar a la Policía, lo primero que hacen es llamar al cerrajero y cambiar la cerradura, para, más tarde, llamar a los agentes y dar cuenta de los objetos que echan en falta. Cuando la Policía acude se encuentra con que la investigación ha sido prácticamente anulada por las propias víctimas, porque ya no pueden tomar huellas y el lugar de los hechos ya ha sido alterado.

Bicis de 2.400 euros

Pero ¿qué buscan los ladrones en los trasteros? Aunque se encuentren todo tipo de objetos valiosos (electrodomésticos en desuso, cuadros, juguetes, ropa...), el objetivo de los cacos básicamente son bicicletas de alta gama, según las denuncias recogidas. Los denunciantes aseguran haber guardado en estos pequeños cuartos bicis que van de los 300 a los 2.400 euros, según fuentes policiales, algo que deberían haber asegurado según la póliza contratada. La oleada de robos con fuerza en trasteros a la vuelta del verano ha destacado también por la aparente facicildad con la que los expertos asaltantes consiguen colarse en las fincas privadas y forzar, en ocasiones, hasta tres puertas de seguridad para acceder a la zona de trasteros, que, en algunos edificios del distrito de Ciudad Lineal, está situada en las plantas superiores del mismo. «Las puertas suelen forzarlas con palanquetas y, si son de madera, con un buen empujón se cargan la cerradura», explicaba ayer un agente experto en este tipo de robos.

Los investigadores sospechan que se trata de bandas organizadas, compuestas por varios miembros y con funciones perfectamente definidas. Creen que, antes del golpe, hay un gran trabajo previo de observación del edificio y, también, de los vecinos que entran en la finca con bicicletas. Pero además de vigilar las inmediaciones, también habría algunos encargados de «colarse» en los portales y fijarse en dónde las guardan. Durante ese recorrido el delincuente también haría un análisis de situación para saber, el día de dar el palo, cuántas puertas van a tener que forzar y qué tipo de impedimentos pueden encontrarse. En el caso de los portales donde los trasteros están situados en las plantas superiores llama aún más la atención por tratarse de un robo más descarado ya, que tendrían que bajar por todo el edificio con las bicis a cuestas hasta el portal.

En el caso de los trasteros que estarán situados en la zona del garaje, es más sencillo colarse (cuando entra algún vehículo y la puerta tarda mucho en cerrarse) y salir de allí con una bicicleta. Los agentes desconocen de momento el motivo de esta oleda de robos. «Puede que sea porque se acerquen las Navidades, porque se vendan muy bien en el mercado negro o incluso en tiendas de segunda mano ilegales, o en páginas web. La bici siempre ha sido muy fácil de colocar en este mercado. También las llevan al extranjero», concluyen las mismas fuentes.

130 robos que cuentan como uno

Las comisarias de distrito tienen un sistema de contabilizar los robos con fuerza que, a ojos de cualquiera, resulta un tanto engañoso. En el caso de los trasteros asaltados en Ciudad Lineal, sólo se cuenta un robo con fuerza perpetrado en un portal, tanto si han entrado en un trastero como si han entrado en todos, según fuentes policiales. «Aunque haya 100 trasteros asaltados al día, no hay cien denuncias y además nunca son todas el mismo día sino que las víctimas acuden a lo largo de las semanas posteriores», explican las mismas fuentes. Lo que hacen es ir ampliando la denuncia inicial del primer vecino de un portal a medida que se vaya tomando declaración a los nuevos denunciantes. De esta forma, según denuncian muchos agentes, las estadísticas policiales no corresponden con la realidad ya que, donde se han producido 130 robos sólo contarán como uno en las anotaciones policiales.

4 consejos para evitar robos

- La Policía recomienda instalar puertas blindadas en los trasteros, ya que, en ocasiones, son demasiado endebles y fáciles de reventar. También puede ayudar añadir cerraduras a la inicial.

- Instalar una alarma en un cuarto tan pequeño no es caro y, además, se puede poner entre varios vecinos porque el ruido sería disuasorio para todos los trasteros. Si entran, estarán menos tiempo.

- Al igual que las alarmas, las cámaras de videovigilancia también tienen un papel disuasorio ante la entrada de ladrones a las zonas de trasteros. Ayudarán a su identificación ante la Policía.

- El último consejo, aunque evidente, puede ser el más práctico. La Policía no guardar objetos de gran valor en los trasteros. Es más fácil entrar que en una casa y menos peligroso para ellos.