Vivienda
Los pisos turísticos se expanden más allá del centro
Usera y Carabanchel son las nuevas zonas con ofertas de Airbnb. Los vecinos denuncian que no han contado con ellos para elaborar el plan, que exige que estas viviendas tengan entrada independiente.
Usera y Carabanchel son las nuevas zonas con ofertas de Airbnb. Los vecinos denuncian que no han contado con ellos para elaborar el plan, que exige que estas viviendas tengan entrada independiente.
«El cambio de residencial a terciario, de hospedaje, va a ser muy difícil y en algunas zonas del centro prácticamente imposible», aseguró ayer José Manuel Calvo, delegado de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento, durante la presentación del Plan Especial de Regulación del Uso de Hospedaje que adelantó LA RAZÓN el pasado mayo.
La Junta de Gobierno aprobó ayer, de manera inicial, este proyecto que regirá en los barrios centrales de la ciudad y que supone equiparar las viviendas de uso turístico –alquiladas de manera profesional durante más de 90 días al año, por debajo se entiende como economía colaborativa, según el decreto de la Comunidad– con hoteles y otros establecimientos, al exigirles licencia de actividad y acceso independiente.
El Plan asume que, tal y como refleja la legislación vigente desde 1997, una vivienda que se alquile durante más de 90 días al año está desarrollando una actividad comercial y, por tanto, no puede continuar con un uso residencial sino que debe solicitar una licencia de uso terciario, de hospedaje. Además para la sustitución del uso residencial por uso de hospedaje en edificios completos con el objeto de implantar un hotel u otro establecimiento similar, el nuevo plan prácticamente elimina la posibilidad de implantación directa, siendo necesario contar con un plan especial que estudie el impacto en el entorno y que debe ser aprobado previamente por la Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid y posteriormente por el Pleno municipal, pero eso también variará en función de la zona de la capital en la que se implante el piso turístico.
El principal objetivo del nuevo plan aprobado es «preservar» el uso residencial en el centro urbano frenando la tendencia por el que las viviendas del centro de la ciudad se convierten en alojamientos temporales exclusivamente para turistas, explicó Calvo. Sin embargo, las asociaciones no están tan de acuerdo con el delegado, ya que no han contado con ellos para elaborar el plan. «Sólo hemos tenido dos reuniones con ellos y porque las hemos forzado nosotros, pero no nos han permitido dar aportaciones», asegura Fernando, portavoz de la asociación vecinal Lavapiés, ¿dónde vas? «Es importante señalar que este plan no regula el turismo, como debería, sino sólo la implantación del hospedaje, dejando fuera el uso del espacio público y su cada vez mayor privatización, la transformación del tejido comercial para dar servicio al visitante en lugar de al residente», aseveran desde esta entidad.
Y es que un aspecto del Plan que preocupa a estos vecinos y que anunció ayer Calvo es que «buscan diseminar el impacto turístico y trasladarlo a la periferia», sostiene Fernando. «Las diferentes plataformas ya anuncian ofertas en Usera y Carabanchel, que están a sólo 15 minutos del centro en metro», añade.
Este Plan Especial afecta a una superficie de 52.768.610 metros cuadrados que se reparte en tres anillos concéntricos establecidos en función de la saturación de alojamientos turísticos que soportan cada uno de los barrios. El primero coincide con los límites del distrito de Centro. El segundo comprende el distrito de Chamberí completo y parte de los distritos de Chamartín, Salamanca, Retiro, Arganzuela y Moncloa-Aravaca. Por último, el tercero, se expande a barrios de los anteriores distritos, a los que se suman otros de los distritos de Tetuán, Usera, Carabanchel y Latina. En el resto se mantiene la regulación actual.
En caso de que el edificio en el que se pretende implantar este tipo de establecimiento ya posea un uso terciario, el Plan General vigente permite la implantación mediante licencia directa en casi cualquier edificio, excepto en los edificios protegidos, que requerirán la aprobación de un plan especial. En función de cada anillo y de la categoría que se le otorgue, se requerirá, o no, que el edificio cuente con acceso independiente.
Calvo explicó que para garantizar el cumplimiento del plan se empleará la disciplina –ya que no pueden imponer sanciones, al ser competencia autonómica–, para lo que se dota a la Agencia de Licencias de un refuerzo de 22 trabajadores, que se encargarán de vigilar que se cumpla la regulación. Además, se especializarán en la búsqueda de ofertas en las webs.
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