Conflictos laborales

Móstoles y Alcorcón: dos ayuntamientos con lazos familiares

Tras las renuncias en el gobierno de Noelia Posse, el PP denuncia otros casos de presunto nepotismo en consistorios del sur

Natalia de Andrés, actual alcaldesa de Alcorcón
Natalia de Andrés, actual alcaldesa de Alcorcónlarazon

Tras las renuncias en el gobierno de Noelia Posse, el PP denuncia otros casos de presunto nepotismo en consistorios del sur.

La política madrileña ha tenido en Móstoles su principal foco de atención durante esta semana. En menos de 48 horas se han producido en el Consistorio dos despedidas con un nexo en común: los lazos familiares con la alcaldesa socialista Noelia Posse. Primero fue su hermana, Laura Posse, designada para llevar las riendas de las redes sociales del Ayuntamiento –puesto remunerado con 52.000 euros– y que fue cesada tras las protestas ciudadanas. Después, su tío, Héctor Posse, que presentó ayer su dimisión como director técnico administrativo de Deportes, cargo que suponía un aumento en su remuneración de 1.600 euros al mes. En la misma línea que en el caso de la hermana de Posse, el Ayuntamiento defendió ese ascenso inicial al tratarse de una persona de «trayectoria innegable e intachable», lo que le legitimaba en un puesto «para el que estaba capacitado».

Sin embargo, hay un segundo ayuntamiento, también socialista, que ha pasado a formar parte de esta red de vínculos familiares. Y a apenas cinco kilómetros de distancia. Se trata de Alcorcón, municipio gobernado por Natalia de Andrés, del PSOE, y con Jesús Santos, de Podemos, como segundo teniente de alcalde. El Partido Popular denunció ayer el nombramiento del actual encargado general de Esmasa, la empresa municipal de limpieza de la localidad que está presidida por Santos. ¿El elegido? Fidencio Prieto Moro, hermano de la actual número tres de Posse y concejala del Ayuntamiento de Móstoles, Rebeca Prieto. Desde el PP de Alcorcón señalan que con ese nombramiento, realizado este mismo verano, «los socialistas del sur de Madrid se están repartiendo los puestos de las empresas públicas a su antojo».

Ana Gómez, portavoz del PP de Alcorcón, explicó a LA RAZÓN que el nombramiento de Prieto como encargado general de Esmasa se produjo por «concurso público», lo que supuso el cese de su antecesor en el cargo, Eduardo San Román. «Los ayuntamientos socialistas se han unido para colocar a su gente, algo que hacen de manera indiscriminada», afirma Gómez. «No se puede consentir que la alcaldesa y su socio de gobierno de extrema izquierda utilicen, como la alcaldesa de Móstoles, también socialista, al Ayuntamiento y a sus empresas como agencia de contratación de sus amiguetes».

Desde el PSOE de Alcorcón destacan a este diario la trayectoria de Fidencio Prieto a la hora de aspirar al cargo: desde 1997 a 2004 fue capataz de Esmasa, para posteriormente ocupar el puesto de subencargado. Una labor esta última «que ha llevado a cabo tanto con ejecutivos del PSOE como del PP».

No es el único caso de «falta de ética» que señalan los populares de Alcorcón en relación con la empresa municipal de limpieza. Jesús Santos, concejal de Unidas Podemos y actual presidente de Esmasa, fue condenado el pasado noviembre por el Tribunal Supremo por la huelga de basuras de 2014, año en el que era miembro del sindicato UGT en esa empresa pública. Los jueces consideraron aquella protesta un «abuso», ya que supuso daños a la ciudad por valor de 60.000 euros diarios. El abogado representó a Santos en ese proceso fue nombrado el pasado julio asesor jurídico laboral en Esmasa. Según el contrato, trabajará en régimen de jornada parcial una media de 20 horas semanales y se le retribuirán 28.000 euros brutos al año. Además, no será necesaria su presencia física en la empresa, siempre que las necesidades no lo requieran.

«Es indignante, teniendo en cuenta que, cuando estaban en la oposición, ellos siempre criticaban los puestos de libre designación. El PP contaba con unos 15 cargos de confianza y ellos los están aumentando», asevera Ana Gómez.

«Daño a la ciudad»

Por su parte el PP de Móstoles reaccionó ayer a las dimisiones del Ayuntamiento de Posse haciendo hincapié en el «daño» sufrido por la ciudad. «Las rectificaciones en los nombramientos de los familiares de la alcaldesa llegan tarde, y el daño a la imagen de la ciudad es irreparable», afirmó la portavoz popular Mirina Cortés. «Nos gustaría pensar que ha sido el rechazo de los ciudadanos los que ha provocado que la alcaldesa cambiara de rumbo, pero mucho nos tememos que ha sido la llamada de atención de su partido la que lo ha impulsado», añadió Cortés.

Por su parte, la portavoz adjunta del PP en la Asamblea de Madrid, Ana Camíns, celebró «la presión que ha ejercido» en este asunto el Grupo Municipal de Móstoles, que ha conseguido revocar unas decisiones «que no tenían que haberse tomado en ningún momento». «Pensamos que la segunda ciudad en importancia de la Comunidad no puede tomar el relevo del Ayuntamiento de Madrid, que durante años ha sido protagonista de ser una agencia de colocación», subrayó, en referencia a los supuestos casos de nepotismo en la época de Manuela Carmena al frente del Consistorio de la capital.